Una encuesta que me llegó dice, por ejemplo, que el partido del patriarca va a ganar la alcaldía de Xalapa (donde todos los días Hipólito Rodríguez comete tonterías en detrimento de los habitantes) porque tiene 26.5 por ciento de las preferencias, contra 18.2 del PAN y 4.7 del PRI. Y en Córdoba (tan bien gobernado por una panista) igual: 32.5% para Morrena, 13.7 para el PAN y 5,5 para el PRI. Y Coatza con 44% para los morrenistas que tanto odian por allá contra 11.8 para el blanquiazul y 3.9 para el tricolor.
Y así para toda la República. Sospechosamente, el partido en el gobierno parece tener una enorme preferencia, de acuerdo con esas encuestas que seguramente han sido mandadas a hacer por los mismos valedores.
En el caso de la credibilidad y las simpatías ciudadanas, esos ejercicios hacen indicar que algo cambió en México, porque como por ensalmo, de repente los ciudadanos le dieron un vuelco a la tendencia a la baja que traían el Presidente y el Gobernador, y otra vez los han ensalzado a los niveles que tenían cuando ganaron la elección de 2018.
Miren ustedes el milagro: AMLO empezó con 80% a favor y andaba apenas arriba del 40, pero ahora, 59 ciudadanos de cada 100 lo quieren como antes, cuando lo suyo era solamente una promesa.
Y Cuitláhuac, nuestro Cuitla, pasó por obra y gracia del espíritu encuestador de 24% a 39% de aceptación popular. Mire usted, si la encuesta se hizo entre mil veracruzanos, cada punto significa 10 personas, y si subió 15 puntos, quiere decir que 150 ciudadanos cambiaron su opinión respecto de su actual gobernante.
Yo no me imagino qué pudo haber hecho nuestro querido Cuitla para que cuando menos 150 habitantes de este hermoso estado hayan modificado su apreciación sobre él en tan sólo dos semanas. Y difícil debe haber sido ara los encuestadores encontrar a ese ciento y medio de señoras y señores que opinaron bien de él, cuando todos, todos, todos los jarochos no tienen ninguna consideración hacia su persona y su mandato.
Cosas raras veredes, mío Cid. Como estas encuestas que tratan de crear un clima artificial de aceptación y simpatía. A algún oscuro funcionario seguramente se le ocurrió esta nueva morrenada, pensando que los mexicanos y los veracruzanos somos niños y nos chupamos el dedo.
¿Creerá alguien en sus cabales en esas cifras estrambóticas?
Nosotros no.
sglevet@gmail.com |