PARA los veracruzanos, en general, el segundo informe de gobierno, en el Estado de Veracruz, no tiene, por ahora, ningún impacto político, ni siquiera el más mínimo interés en saber lo que se ha hecho o se ha dejado de hacer. Se afirma que la población veracruzana, ya no se encuentra atenta en lo que pueda informar el mandatario estatal, pues hay prioridades que se deben atender y en eso ocupa la mayor parte de su tiempo.
Así resulta que Veracruz, está más inmerso en su salud, en su seguridad y en sus necesidades alimentarias, pues es bien sabido que debido a la pandemia, se ha generado una difícil situación donde lo más importante para sus habitantes, es atenderse para estar bien y alimentarse para poder subsistir y esperar los mejores tiempos. Se sabe que del gobierno, ya no esperan nada, pues es tal el desencanto que se ha producido en estos dos años de administración estatal, que nadie confía en que sus autoridades que los representan salgan algún día a ofrecerles la mano, así como la posibilidad de crearles un empleo o alguna condición que pudiera respaldarlos para salir adelante.
Para los veracruzanos que están acostumbrados a ver todo, ahora no ven nada y lo que pudiera constar en el documento que se entregará a la representación popular local, no les importa mucho, quizá nada, porque saben que será solamente el cumplimiento de un compromiso constitucional, pero sin sustento real, sin un trabajo realizado con esfuerzo, sin proyectos concretados, y con nula visión de un futuro que esperaban fuera cierto dentro del marco de una verdadera transformación permanentemente anunciada.
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El segundo informe de gobierno, es, de alguna manera, la oportunidad que tienen los veracruzanos, para manifestar su desencanto, aunque esas voces ciudadanas no se escuchen ni se entiendan, porque esa es la política de la famosa cuarta transformación, es decir, el no ver ni escuchar, menos atender los requerimientos de la población gobernada, supuestamente, gobernada, que más bien es sometida al castigo de observar cómo su recursos, los de todos, se pierden misteriosamente en el camino y no llegan, precisamente, a su destino.
Eso es lo que impera en la opinión pública.
Mientras tanto, el tiempo transcurre, se va, se pierde y quienes debieran estar al pendiente de las necesidades más urgentes de la población, como es la salud, la seguridad, el empleo, la propia subsistencia familiar en tiempos de pandemia, prefieren la comodidad de sus oficinas y no ven, ni escuchan, porque eso parece ser, por ahora, el propósito fundamental del nuevo sistema de gobierno que guarda el dinero para seguir buscando someter al pueblo, en vez de utilizarlo en obras necesarias como la ampliación hospitalaria y las propias medicinas que se necesitan para salvar algunas vidas.
Hay desencanto, sí, pero también hay rabia entre la población, porque la impotencia que sienten en este momento al no tener acceso ni siquiera a una atención médica suficiente y necesaria para todos aquellas personas de corta edad que sufren por el cáncer o cualquier otra enfermedad que les agobia, mientras saben que por negligencia o por falta de una plena voluntad de su gobierno, se regresan dineros no ejercidos por incapacidad, pero que pudieran haber servido para una dotación importante de medicamentos o la implementación de programas bien definidos para atender las carencias de la población más necesitada.
Por eso, el segundo informe de gobierno, que debiera ser también un acto de reconocimiento del pueblo para sus propias autoridades o quienes tienen la oportunidad de ejercer el poder en bien de todos, se ha convierte, por segunda ocasión, en un verdadero desencanto ciudadano, donde ya no caben las justificaciones ni mucho menos echarle la culpa a los demás, al pasado y quienes, como ahora, tampoco supieron, de la misma manera, consolidar un buen gobierno.
Si no se va de Veracruz, como parece percibirse en el ambiente político de la entidad y de la propia federación, el Gobernador del Estado, tendrá, pues, cuatro años más para poder cumplir con su cometido y responsabilidad, donde el tercer, cuarto, quinto y sexto informe, ya no sean un desencanto ciudadano, sino un verdadero reconocimiento al trabajo bien desarrollado.
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LOS QUE QUIEREN.
APARTE DE LOS PERSONAJES que ya señalamos en pasadas entregas de esta columna, como posibles aspirantes a la Presidencia Municipal de Xalapa, el proyecto de Morena, no puede quedar, de ninguna manera, fuera de este contexto político.
Hay quienes ya apuestan por un determinado número de posibles candidatos, pero no han puesto atención en un ciudadano xalapeño, que pudiera estar construyendo, desde hace algún tiempo, su posible incursión hacia la alcaldía tan disputada. Su nombre, ya lo hemos mencionado en otras ocasiones y corresponde al actual Senador suplente, de nombre Ernesto Pérez Astorga, ciudadano bien conocido en la capital del Estado, y que cuenta, eso sí, con el apoyo político incondicional del Senador veracruzano Ricardo Ahued Bardahuill.
Se dice que el solo acompañamiento del legislador en el Senado de la República, sería suficiente para poner en serios aprietos a los mejores hombres y mujeres que han surgido como serios aspirantes.
Cierto es que no se trata de la única ocasión en que nos referimos a este personaje, pero volvemos nuevamente a mencionarlo, porque se trata de poner, también, ante el escenario político local, las opciones que el pueblo necesita para poder evaluar la contienda del próximo mes de junio del año que estaría por entrar, precisamente, dentro de un mes con veinte días.
Y es que la pelea política por la posición más envidiable de este momento, que es, sin duda alguna, la Presidencia Municipal de Xalapa, se vuelve cada día más interesante por la posible participación política de varios personajes, que como el que mencionamos, gozan de buena aceptación popular.
Ahí está el nombre, ahí se queda para ser considerado por Morena, independientemente de los que se mueven alrededor de este partido.
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CARBALLAL, SOBRE MISANTLA.
DICE CARLOS CARBALLAL Valero, que hasta este momento no tiene partido político para participar en la contienda electoral del mes de junio del próximo año y que por ahora, lo que está haciendo es construir una candidatura ciudadana, lo que le ha dado excelentes resultados, ya que diversos representantes de sectores sociales ya le han extendido su confianza para apoyarlo con rumbo a la búsqueda de la alcaldía de aquella ciudad, donde, según recordamos, ya fue alcalde una vez, pero ahora se presenta la oportunidad de volver a trabajar por ese importante municipio.
Carballal Valero, es médico de profesión, pero dedicado en gran parte a la política y a la actividad privada como empresario mueblero. No tiene enemigos personales y menos de la política, porque esta es una actividad que siempre ha realizado con respeto de los demás y dentro del marco jurídico que corresponde.
Sin duda alguna, Carlos Carballal Valero, es una buena opción por los habitantes de Misantla, donde se sabe que las aspiraciones son de muchos y que lo hacen con todo el derecho que tienen para ser votados por la ciudadanía de aquella circunscripción territorial.
Carballal Valero, mantiene una relación política y de amistad con toda la región de Misantla, por lo que al saberse de sus aspiraciones, ha recibido la confianza y el apoyo generalizado.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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