HASTA el momento de redactar esta columna, el proceso electoral de los Estados Unidos, continuaba, todavía, en la incertidumbre sobre el posible ganador, aunque la tendencia parecía muy clara a favor del aspirante Jon Biden, con una cantidad de 248 votos electorales acumulados, mientras que Donald Trump, parecía rezagarse con 214 votos electorales, lo que daba esperanzas a los seguidores de Biden, quien no se había pronunciado como ganador, pues habría declarado que lo haría hasta que se hubieran contado todos los votos emitidos, Era, hasta ayer, una posición prudente, mientras que su competidor, el todavía Presidente de aquél país, se adelantaba a pregonar su victoria, como una estrategia política al saber que los números no le favorecían mucho.
Pero bien, cualquiera que gane la Presidencia, obliga, necesariamente, a plantear diversas interrogantes políticas sobre la relación que tiene México, con el país vecino del norte. Sin duda, dicen algunos analistas, por los dos lados que se le quiera ver, podrían darse algunas repercusiones políticas no tan buenas, principalmente por la posición adoptada por el gobierno de nuestro país, en reciente visita presidencial, donde, quiérase o no, dejó cierto resentimiento político entre los demócratas, ya que la visita del Presidente López Obrador, se vio como un evidente apoyo político a Donald Trump, toda vez, que dicha presencia del mandatario mexicano, en aquél país, no era del todo necesaria.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha manifestado a favor del actual Presidente de los Estados Unidos, aún cuando éste siempre ha denostado a nuestro país y lo mantiene amenazado con la finalidad de que obedezca a sus pretensiones políticas. López Obrador, siempre se ha comportado como un condescendiente para evitar, más que nada, que se afecten seriamente los intereses de México, y que las relaciones que se mantienen con aquél país, se vean, en algún momento, tensadas por los conflictos.
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Sin embargo, esta posición no ha sido bien vista por los propios mexicanos, que de terminado momento le han pedido al Presidente, que se ponga en defensa de los intereses de nuestro país, pues no se pude permanecer siempre con la misma política impuesta por el gobierno estadounidense.
Así es que la posible victoria de Jon Biden, podría repercutir negativamente en las relaciones bilaterales de los dos países, aunque también se cuenta con la esperanza de que hubiera un mejor entendimiento, considerando que Biden, aseguran también los analistas de la vida política internacional, no es un hombre de venganzas políticas y que es más prudente para actuar, de tal manera, que pondría un nuevo esquema político de acercamiento y apertura política, no tan solo con México, sino con los demás países. Por eso, hay quienes aseguran que el mundo preferiría que ganar Biden, para no aguantar otros cuatro años de la misma política de quedar bien con Trump, para no hacerlo enojar y provocar sanciones comerciales y otras políticas, como la migratoria, donde de la noche a la mañana, procede a endurecer.
Por su parte y de momento, el Presidente López Obrador, lleva las de perder, en cualquier situación, porque si ganar Trump, tendría que seguirá agachando la cabeza cada vez que su homólogo del norte, así lo demandara, mientras que si gana Biden, es probable que las cosas no se dieran en completa armonía, por el antecedente que tiene el Presidente mexicano, allá en los Estados Unidos, luego de aquella vista que el mismo pueblo mexicano, no aconsejaba que se hiciera, pues las condiciones políticas en aquél país, no permitía que hubiera una cercanía de esta naturaleza, con la finalidad de no ofender a ningún partido político y a ninguno de los aspirantes presidenciales.
Pero la necedad de siempre, fue más fuerte, en López Obrador, que en la opinión del pueblo mexicano, llevándose a cabo este viaje, que en realidad, no trajo gran beneficio y en cambio sirvió para fortalecer la imagen del Presidente Trump, sobre todo, ante la comunidad mexicana, residente de manera permanente y con derecho a votar allá, en los Estados Unidos.
Para los demás países, todo parece indicar, que esperan un triunfo de Biden, con la esperanza de volver a tener cierta apertura política y un buen entendimiento en todos los aspectos que implican una relación política de buenos términos, pues con Trump, al parecer, no han tenido esa posibilidad de acordar positivamente, considerando el duro carácter presidencial.
Hoy, el mundo sigue a la espera, si es que aún no se resuelve del todo el asunto electoral de los Estados Unidos, cuyo interés radica, como ya lo hemos señalado, en la permanencia actual de la política presidencial hacia sus respectivos países o el cambio que pudiera generarse con nuevas relaciones internacionales, México, como los demás países, también debe estar atento a las nuevas circunstancias políticas que se generen.
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OTRA CORTINA DE HUMO.
COMO EL CASO Emilio Lozoya Austin, ha dejado de impactar en la sociedad mexicana, debido, sobre todo, a las estrategias del gobierno federal, donde el pueblo mismo se ha dado cuenta que el ex Director de Pemex, fue solamente un escándalo mediático para sostener la política anticorrupción, ahora se ha dirigido a los más cercanos colaboradores del ex Presidente Peña Nieto.
Andrés Manuel López Obrador, se encuentra ya desesperado, porque sus proyectos políticos comienzan a sentir obstáculos y esto implica una enorme baja de popularidad, aunque digan los mismos actores políticos del momento, que es al contrario, es decir, que cada día que pasa suben los índices de confianza en el Presidente.
Conforme se van acercando las elecciones intermedias, se va haciendo uso de l os recursos que tiene el mandatario nacional, para no perder la atención en lo que hace, haciendo creer al pueblo mexicano, que de verdad está combatiendo la corrupción, cuando en realidad, ya se han dado muchos casos, en que se ha seguido la misma política de antes. López Obrador, está consciente de que tarde o temprano perderá la popularidad, porque en su gobierno, no se ha sabido sostener ante el pueblo mexicano, la oportunidad histórica de gobernar.
Por eso, la reciente solicitud de aprehensión en contra del ex Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, es otra cortina de humo que aparece en estos momentos en que ya el mismo Lozoya Austin, ha dejado de ser el impacto político que tuvo al momento de ser extraditado. Todo esto, no se dude, sea parte del acuerdo sostenido con el ex Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
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UNA LUZ EN EL CAMINO.
AHORA QUE MEXICO, y especialmente Veracruz, serán parte de la primera vacunación experimental contra el Covi-19, para completar la tercera fase de vacuna Cansino bio, ha nacido la esperanza de vida como una luz en el camino incierto, luego de que el país contabiliza más de noventa y dos mil muertes a causa de esta pandemia.
La entidad veracruzana, ha sido seleccionada junto con otros trece Estados de la República, donde se aplicará voluntariamente este medicamento para garantizar la seguridad de la misma y en caso de dar resultados finales satisfactorios, como los que ha arrojado hasta este momento, entonces se procederá a su aprobación y aplicación masiva. Se espera que todo esto suceda en los próximos meses, es decir, a fin de este año y en el primer trimestre del dos mil veintiuno.
Esta vacuna, no es la única que se encuentra en la fase tres, pues hay otras más que están trabajando en este mismo nivel. Por lo pronto, es la vacuna de este laboratorio que hemos mencionado, la que experimentará en parte de la población de México.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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