Puse ayer:
“—¿Por qué sucede eso? —pregunto, ingenuo.
“—Primero, por la baja calidad de los tratamientos médicos que se están utilizando”.
Esa afirmación la hice yo como parte de la pregunta y apareció dentro de la respuesta. Así que no se le podría pedir al doctor Iván, por ejemplo, que probara una afirmación que no hizo.
Vamos, la calidad de los tratamientos que está utilizando el sector salud de Veracruz, es algo que no le consta, porque no tiene la información precisa.
Y va otra:
“Le hice decir:
“Las gentes me dicen que si hacen eso” (confinarse en casa y no salir) “se van a morir de hambre, y puede ser, pero yo lo que trato de evitar es que la gente se muera de Covid-19. Es lo que hacemos lo profesionales de la medicina.”
En realidad, lo que contestó en su momento el doctor Hernández Gutiérrez a mi bizarra pregunta de si la cuarentena iba a destrozar nuestra economía fue que el contagio masivo y las muertes multitudinarias podrían ocasionar un deterioro en las condiciones económicas del país y del estado, pero que era imposible prever hasta qué grado de pandemia podríamos llegar.
Parecen observaciones pequeñas estas precisiones, pero en el caso de las respuestas de un científico preparado e informado como nuestro afamado internista, el detalle de la información es crucial para que sea efectiva y cierta.
Con lo que sí nos quedamos en pleno, es con la advertencia del doctor Iván de que la pandemia está por entrar a una fase crítica en México y en Veracruz, debido a las condiciones del invierno y a la lasitud con que estamos tomando las normas de prevención; que debemos cuidarnos y seguir estrictamente todas las normas de seguridad; que los gobiernos van a tener que tomar medidas más estrictas.
Y que la salvación depende en buena medida de nosotros y de nuestra actitud frente al coronavirus.
Servido, respetado doctor. Servida la verdad.
sglevet@gmail.com
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