Estos personajes, a los cuales bien les puede acomodar el mote de cartuchos quemados, no hacen más que seguir manteniéndose pegados al presupuesto que tiene el partido, para seguir sangrándolo, cuando en realidad, deberían mantenerse al margen para dejar que los demás hagan su trabajo.
Pero no, todavía, se atreven a alzar la mano para competir por una candidatura, cuando en realidad, existen jóvenes que no han tenido la oportunidad y que siguen haciendo talacha política para que en alguna ocasión se les tome en cuenta.
Es así que muchos han preferido irse a otras siglas para buscar mejores oportunidades políticas, dejando al PRI en manos de quienes por décadas se han servido de él.
Así, en lugar de fortalecerse, el partido político más avanzado por sus programas y proyectos, por sus propios lineamientos políticos y por la calidad de su militancia, se va quedando atrás, consumiéndose permanentemente por la ambición política de unos cuantos.
Por eso, el Partido Revolucionario Institucional, debe renovarse, para dar paso a las nuevas generaciones y a quienes, por años, también, han esperado una oportunidad de competir bajo sus siglas políticas.
El PRI, debe volver a ser el partido de los jóvenes y de aquellos militantes que demuestren plenamente que tienen interés en salvarlo del hoyo en que se encuentra. La experiencia cuenta y hay que aprovecharla, pero no para impedir que el partido avance, sino para que resurja ahora que pocos ciudadanos le tienen confianza.
Es necesario pues, que nuevos dirigentes, como el mismo Renato Alarcón Guevara, que dirige actualmente al partido, en el Estado, vengan a reforzar las filas de esta organización política, ya que de no ser así, es posible que siga hacia abajo y no tenga, en el futuro, posibilidades de recuperarse.
Es tiempo de limpia, pero no solamente de aquellos que le han hecho mal, de los que no tienen otro interés político que servirse de sus siglas, sino también, de aquellos que ya no aportan nada y que siguen ocupando lugares que les corresponde a nuevos militantes.
Los cartuchos quemados, los mismos políticos de siempre, deben hacerse a un lado y dejar que surja un nuevo PRI, porque de lo contrario, los nuevos partidos se ocuparan de no dejarlo levantarse, ahora que se ha caído y que según muchas de las encuestas u y opiniones recogidas, ya no goza de la misma confianza que tenía antes, aunque como organización, no sea la culpable, sino de aquellos hombres y también mujeres, que no supieron o no quisieron responder a la oportunidad política que les dieron.
El PRI, debe autoanalizarse y determinar el camino que le corresponde en la actualidad, pero siempre, bajo la conducción de personajes, verdaderamente políticos, que no tengan como meta, solamente, el interés particular, tal y como ha sucedido en los más recientes años.
E PRI, necesita ser competitivo y por eso ahora esta José Antonio Meade, buscando la oportunidad de lograr la Presidencia de la República, como lo esta Pepe Yunes, en busca de la gubernatura del Estado.
Pero de que el PRI, debe tirar el lastre, eso ni dudarlo.
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ALGO DEBE ESTARSE cocinando dentro del PRI nacional, que en estas fechas todavía existe la incertidumbre respecto del candidato a la gubernatura de Veracruz.
Algunos analistas políticos, han llegado a pensar que pudiera estarse fraguando un acuerdo político que impide la definición política respecto de la candidatura tricolor para Veracruz, puesto que en estas fechas, como se había señalado, la convocatoria respectiva, ya se suponía publicada.
Pero no, están aguantando más tiempo y esto pone nerviosos a muchos y destacados políticos de la entidad, que no han logrado arrancar sus propias actividades por la falta de instrucciones desde el mismo centro político del país.
Y es que, de la noche a la mañana, han surgido rumores que señalan un posible acuerdo político entre fuerzas políticas del país, con repercusión en el Estado, con la finalidad, primero, de no dejar pasar al partido del Movimiento de Regeneración Nacional, pero afectando, incluso, la propia definición del candidato priista, el cual podría ser sacrificado en aras del cumplimiento de estos acuerdos.
Luego, se dice, también el mismo precandidato Pepe Yunes, ha estado a la espera de la luz verde definitiva, ya que si los acuerdos existen y se concretan, seguramente que no estaría dispuesto, otra vez, a ser sacrificado.
Y esto esta tomando fuerza hasta en tanto no se de a conocer la convocatoria y que haya plena garantía para el candidato de que ningún acuerdo impedirá que se busque el éxito electoral, cueste lo que cueste.
Y cuando se dice que el rio suena, es porque agua lleva. Al tiempo, solamente, al tiempo.
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CON LOS MAS DE CIENTO trece mil millones de pesos que se han aprobado para el ejercicio presupuestal del año que entra, el Estado, sin duda, estará en posibilidades de cumplir con todos los compromisos contraídos, además de los que siguen pendientes de años anteriores y que constituyen, desde luego, deudas institucionales de la administración estatal.
Habrá, sin duda, recursos suficientes para las tareas que el Gobierno del Estado, debe llevar a cabo y comenzar, propiamente, una derrama económica que pudiera solucionar muchos de los problemas que ahora tienen todos los veracruzanos, en lo general, porque hay que entender que la falta de dinero en esta administración estatal, en lo que corresponde a este año, todavía, impidió el crecimiento del Estado, así como una vida digna de los más de ocho millones de habitantes de esta entidad.
La ley que permite este ejercicio, ya fue aprobada con la mayoría de votos, suficientes para darle la confianza a este gobierno, al que, por cierto, le quedan aproximadamente once meses con siete días.
Así, el futuro de Veracruz, se ve más prometedor, sobre todo, para aliviar la crisis de la mayoría de veracruzanos, porque en gran parte, dependen, necesariamente, de la derrama económica de la propia administración estatal.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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