¡Nombres… nombres! De los perfilados para dirigir al PRI de Veracruz

En el PRI de Veracruz el run run suena más fuerte que las bocinas de un mitin mal armado: que si Adolfo “Fofo” Ramírez Arana ya se va, que si no se va, que si renunció, que si lo soñaron… en fin, el cuento de nunca acabar en el tricolor más parchado del país.

Por un lado, Quirino Moreno —en su “Repechaje”— salió a poner orden y casi casi a regañar a la flota: “NO hay renuncia, NO hay elección, NO hay nada… y punto”. O sea, que el Fofo ahí sigue, aunque muchos ya lo veían con las maletas en la banqueta del partido.

Mientras tanto, Arturo Reyes Isidoro, en su elegante y siempre bien documentada “Prosa Aprisa”, dijo exactamente lo contrario: que sí se va, que ya se venció el interinato, que Lorena Piñón toma el timón mientras escogen al nuevo capitán… pero que el Fofo anda buscando reelegirse, no vaya a ser que sin el cargo nadie lo pele.

Y para rematar el cuadro, Francisco Licona escribió en “Figuras y figurones” que el mandato del Fofo está más caducado que un yogurt del año pasado, que solo se sostuvo por la gracia divina (y política) de su compadre Alito, y que la única manera de apagar el incendio interno es —aunque parezca ciencia ficción— una elección de verdad.

Lo único comprobado es que el PRI veracruzano, en sesión extraordinaria, aprobó la Elección Directa para renovar dirigencia en 2025-2029. Algo así como: “No sabemos quién, no sabemos cómo… pero ya dijimos que será directo”. Supuestamente participará toda la militancia emitiendo un voto directo y sin representantes. 

Democracia pura en el partido menos democrático de México. 

Y aquí viene lo verdaderamente divertido: sí hay valientes que quieren sacarse el Tigre en la rifa. Además del Fofo que quiere repetir y de Lorena Piñón que quiere subir, están:

Carolina Gudiño Corro

Ponciano Vázquez Parissi

Manuel Guerrero, de la CNC

Y hasta debería probar suerte Héctor Yunes, total, al hombre le encanta querer tocar todos los instrumentos de la banda. 

El problema es que todos ellos llegarán a un PRI que antes fue un jugoso filete político… y hoy es un hueso roído, sin pellejo y sin sazón. Pero ya sabe usted: en tiempos de penuria, más vale ser cabeza de ratón que cola de león, y en el tricolor veracruzano todavía hay quien pelea hasta por las migajas.