Este martes 15, el senador y aspirante priista a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, andaba más que eufórico. Abordado por los reporteros a su arribo al Teatro de la Reforma momentos antes de que iniciara la ceremonia del segundo informe de labores del presidente municipal del puerto de Veracruz, Ramón Poo Gil, los cuales le preguntaron qué le pediría al presidente Enrique Peña Nieto en su visita a esta ciudad el próximo 6 de enero con motivo del 101 aniversario de la promulgación de la primera Ley Agraria del país, Yunes Landa respondió: "Sí, le voy a pedir un regalo de Reyes, se lo voy a pedir mañana".
Por su respuesta, el legislador nativo de Soledad de Doblado no iba a esperar hasta dentro de tres semanas para plantearle su solicitud al jefe nato del priismo nacional, sino que al parecer iba a aprovechar su encuentro del día siguiente para expresarle directamente su petición. Y es que este miércoles 16, Yunes Landa y demás senadores priistas fueron invitados a comer a la residencia presidencial de Los Pinos por las fiestas decembrinas.
¿Habrá tenido la oportunidad de entregarle su cartita al presidente Peña? Pronto se sabrá, pues a un reportero de un noticiero radiofónico que le preguntó qué le pediría al jefe del Ejecutivo federal, le expresó emocionado: "Ya vas a ver. Si me lo da, si me lo da, lo vas a ver, que hasta lo vas a decir en la radio".
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Aunque a estas alturas a nadie le queda duda ya que Héctor Yunes es el aspirante mejor posicionado del PRI para la contienda de 2016 -pues no sólo trae una amplia estructura territorial propia y un sólido acuerdo de unidad con su camarada Pepe Yunes Zorrilla, muy posicionado también en las preferencias electorales, sino que cada vez se hace más evidente su arrastre entre la militancia del partido tricolor, como se observó el domingo pasado en la sesión extraordinaria del Consejo Político Estatal del PRI, en la que un buen número de los 600 consejeros lo ovacionó estruendosamente y repetían al unísono su frase de batalla "¡Estamos listos!" cada vez que se aprobaba cada uno de los resolutivos puestos a la consideración del pleno priista-, resulta inexplicable que en Veracruz las cúpulas nacional y estatal del Revolucionario Institucional aún no hayan empezado a cerrar filas y que, inclusive, se estén alentando las aspiraciones de otros prospectos que no tienen ninguna posibilidad de ganar siquiera la casilla de su sección electoral, como es el caso de Tomás Ruiz González, secretario de Infraestructura y Obras Públicas, quien ha mandado a colocar en Xalapa y otras ciudades del estado sendos anuncios espectaculares de portadas de revistas para promocionar su imagen.
En otros estados, como Tlaxcala, donde también se renovará la gubernatura el año próximo, al menos están claramente definidos los seis aspirantes con posibilidades reales de alcanzar la candidatura, los cuales le entregaron este martes al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, una carta en la que establecen su compromiso de apoyar el registro de un solo candidato cuando el CEN lance la convocatoria.
Ayer, el dirigente del PRI en Veracruz, Alberto Silva Ramos, todavía declaró que irá en busca de la candidatura sólo si es factor de unidad, si puede ganar la elección y si tiene la propuesta adecuada que el estado necesita; mientras que el diputado Juan Nicolás Callejas Arroyo, líder del Congreso local, se aventó la puntada de decir que ninguno de los priistas que aspiran suceder al gobernador Javier Duarte tiene segura la designación, cuando -según
Silva- la convocatoria para elegir candidatos se publicará dentro de un mes, entre la segunda y tercera semana de enero próximo. ¿De veras aún no tienen claro quién es el más competitivo para ganar la elección? ¿O qué otros intereses de grupo están de por medio? |