Fidel Herrera Beltrán, ex Gobernador de Veracruz, cometió muchos errores como gobernante, pero quizá no tan grandes como los propios veracruzanos que por unas cuántas monedas y falsas promesas, le chillaron todas sus gracias. Le permitieron y aplaudieron cualquier tipo de locura económica, política y social. Libre de manos, se llevó cuanto pudo. Con jugadas populistas amansó cual encantador de serpientes a muchos medios locales y nacionales; con dádivas y obras puso a comer de su mano a empresarios de la construcción; y con desalmadas políticas económicas destruyó la ortodoxia sagrada de la economía para arruinar a taxistas y notarios públicos, principalmente. Podríamos decir con sinceridad ¿Quién es el culpable al fin?
La vox populi lo señala, pero la revista Forbes lo afirmó, cuantificó y publicó, de acuerdo con un listado realizado por el Grupo de Anticorrupción “Global Internacional Transparency”, que ubicó a México como el país más corrupto de América Latina y a Fidel Herrera Beltrán en el octavo lugar entre los hombres más corruptos.
¿Escarmentarían los veracruzanos? ¿O de nuevo están listos para firmar un nuevo cheque en blanco el próximo primer domingo de junio?
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Un amplio número de veracruzanos exigen cárcel para los corruptos, y lo hacen con sobrada razón. Ese será un discurso que dará carretadas de votos a quién se comprometa realmente a ello. Pero otro sector necesita empleos, seguridad y bienestar social, por lo que de quedarse sólo en pedir cárcel, sería tanto o peor para Veracruz. Una exigencia no deberá estar desligada con la otra. Para cualquier candidato lo primero será fácil, el diagnóstico y los datos ahí están, son reales y evidentes. Pero Veracruz necesita más que ello, necesita recuperar su ritmo de crecimiento so pena de que el número de pobres siga vergonzosamente creciendo, de que el desempleo siga alimentando la delincuencia, de que los jóvenes pierdan las esperanzas y se desestimule el sacrificio de la educación.
Si algún candidato gana la elección con promesas de cárcel y limpieza de la casa, pero no ofrece medidas prácticas y concretas para salir de la crisis económica, social y política, para abatir la inseguridad y poner freno a la corrupción, Veracruz estará perdido.
Culpar solo a Fidel y al fidelismo del desastre es tanto como no reconocer que no tiene la culpa el indio sino quien le hace compadre. En arca abierta el justo peca. La sociedad esta vez deberá meditar bien su voto. Deberá poner más atención en lo que hagan sus gobernantes y desconfiar un poco más de lo que dicen. Analizar bien a cada uno de los candidatos para no volver a meter el choclo y luego darse por robado.
Así:
Héctor Yunes Landa, por el PRI, es de todos los candidatos el que la tiene más difícil. Su mensaje de limpiar la casa estará vacío hasta que no lo demuestre y tendrá que ser durante la campaña. No habrá mañana. O lo demuestra caminando o no alcanzará ese millón de votos que necesita para ganar la elección. Por otro lado, deberá desconfiar de aquellos que le ofrecen a priori cientos de miles de votos. Héctor Yunes no se deberá confiar en la simulación de grupos y asociaciones políticas de membrete como Movimiento Civilista Independiente, Unidad y Democracia, o “Concertación Veracruzana” de Jorge Uscanga, entre otras, que sin ambages le han ofrecido más de 150 mil votos.
Héctor tendrá que ser muy claro y convincente en sus propuestas de crecimiento y desarrollo; deberá presentar propuestas congruentes y prácticas para que los veracruzanos -duramente castigado con mentiras- le crean. Algo deben tener en claro: los Aliancistas Generacionales no son suficientes para ganar la próxima elección.
Miguel Ángel Yunes Linares, al frente de la Alianza PAN-PRD, tiene en sus manos el discurso más popular. Tiene a su favor el rechazo natural al PRI y a los inquilinos de Palacio. ¿Pero tendrá ese programa que necesita Veracruz para salir adelante? Hasta la fecha es todo un misterio. Poco o nada se sabe de sus propuestas. Por otro lado, sabido es que tanto el PAN como el PRD están mermados en sus estructuras con las salidas de Gerardo Buganza, Juan Bueno Torio, los hermanos Alejandro y Alfonso Vázquez Cueva y hasta de Ulises Chama que tanto proselitismo ha hecho en Xalapa, sin contar que el PRD ha sido un fuerte abastecedor de izquierdistas para MORENA, el partido del “Peje”, Andrés Manuel López Obrador. Además, Miguel Ángel tendrá en contra la invisible pero efectiva “Muralla Azul” que le ha cerrado en repetidas ocasiones las puertas. Para que Miguel Ángel pueda vencer, necesitará motivar lo suficiente para que la gente salga a votar por sí sola, pues los votos duros del PAN y el PRD definitivamente le serán insuficientes.
¿Cuitláhuac García Jiménez o Rocío Nahle por Morena? Hasta el momento es todo un misterio. Una moneda al aire que podría capitalizar odios, rencores y venganzas. Sorpresas como la que dio Cuitláhuac en Xalapa; jale y fuerza popular como la que demostró Rocío en Coatzacoalcos en las pasadas elecciones federales. No se sabe nada de sus propuestas, no se sabe nada de sus promesas, es más, no se sabe nada de quién será realmente el candidato, pero ahí están; ahí está Morena y Andrés Manuel López Obrador que no deja de quitar el dedo del renglón en Veracruz para sus propósitos electorales del 2018. Nadie en su cuerda conciencia puede dar por descontado en Veracruz el “efecto Peje”.
Armando Méndez de la Luz, por el partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado. Si bien es cierto que entró tarde a la puja por los votos, también lo es que la presencia de Armando está muy focalizada en la capital y el MC no ha despegado en el Estado debido a la merma de estructuras que le causó el Partido Alternativa Veracruzana (AVE). Será difícil para el MC aguantar el tramo y lo más probable es que a medio camino (como sucedió en Nuevo León) se abra y apoye a Héctor Yunes Landa, como ya antes lo habían manifestado.
Juan Bueno Torio, Gerardo Buganza Salmerón y Elías Miguel Moreno Brizuela, los tres como independientes, traen en sus alforjas los dos requisitos que los votantes quieren: ofrecen cárcel a los corruptos y traen buenos programas de crecimiento y desarrollo. De contar estos con buena cobertura de medios, pueden cada uno por su lado darles un susto a los Partidos Políticos. Ahora que, si entre los tres deciden aliarse como lo manifestó Buganza… ¡Cuidado! Aunque a decir de Juan Bueno Torio, él no sabe nada de esa posibilidad ni lo ha platicado con Gerardo ni con Elías Miguel. |
