LA LUCHA POR EL AGUA EN COATEPEC. Pobladores en contra de fraccionar un predio en El Aguacatal; propietarios argumentan que no afectan ningún cuerpo de agua ni forestal.
Se dice que desde 1998 comenzó la fiebre por la lotificación y creación de fraccionamientos en predios y fincas en Coatepec. Más reciente, el caso que más ha tomado notoriedad ha sido el del terreno ubicado sobre el camino conocido “El Aguacatal”: una antigua vía de piedra que comunica a la ciudad de Coatepec con los pueblos de Las Puentes, Zimpizahua y San Marcos.
De acuerdo a los pobladores del lugar, la batalla constante ha sido contra los propietarios de terrenos que han insistido no sólo en la idea de crear proyectos de vivienda en este paradisiaco bosque, sino que, aseguran, el fondo podría ser precisamente la lucha por el agua.
Según versiones, no dudan que más que la construcción de lotes o viviendas en un futuro, el interés por construir y seguir insistiendo en que el terreno ya comience a venderse, podría deberse a que los dueños del predio pueden haber dado con un pozo y tengan posibilidades de vender el agua.
Lo anterior son sólo versiones de los pobladores, pero en la realidad abundan manantiales que abastecen a esta región.
No obstante, el agua no es lo único que defienden los habitantes de esta zona boscosa. Los motiva la preocupación de saber que muchos árboles --algunos, dicen, de más de 100 años de edad-- serán derribados en aras de lucrar con los terrenos y colocar una enorme plancha de cemento encima.
Quienes más han defendido la causa por el agua, flora y fauna del lugar, han sido los habitantes de Las Puentes y Zimpizahua, pues consideran que ellos serían los principales afectados en caso de construirse viviendas que presuntamente contaminarían los mantos acuíferos y además destruirían áreas verdes donde pueden verse tucanes, chachalacas y otras especies en su hábitat natural.
VERSIÓN DE LOS LOTIFICADORES
Vicente Libreros Alarcón es propietario del terreno en disputa, el cual se encuentra (según versión de sus socios) dentro de los límites del ordenamiento municipal; es decir, dentro de los límites de la ciudad y con los permisos para el uso de servicios como el drenaje, sin afectar a los mantos acuíferos de la zona.
Hasta el momento la mayoría de quienes están por la lucha por la defensa del agua y la flora desconocen de quién se trata y sólo saben que es un arquitecto que vive en la calle Juárez, de Coatepec, cerca del famoso restaurante Bonilla.
Su representante es Aldo Almendra Andrade, quien este sábado 7 de febrero dio una conferencia de prensa en el café La Parroquia de Xalapa, donde acusó que Joaquín Alcántara Hernández (dueño de la famosa Hacienda Zimpizahua) de mal informar a los pobladores y ser quien los incita a la violencia para impedir que se lleve a cabo la construcción de lotes. Allí, ante los periodistas, exhibió originales de documentos de diversas dependencias como la Comisión Nacional del Agua, la Procuraduría del Medio Ambiente del Estado y la Secretaría de Medio Ambiente que asegura le dan toda la razón legal para poder iniciar a lotificar el predio de Vicente Libreros. Incluso muestra un voluminoso manifiesto de impacto ambiental donde se subraya que no se afecta al medio ambiente con su proyecto.
De igual manera mostró una licencia de uso de suelo habitacional expedido el 29 de noviembre de 2013 por parte del ayuntamiento de Coatepec, en oficio número 4586 y firmado el director de Obras Públicas, Salvador Tamborrel Rodríguez, así como por el subdirector de Desarrollo Urbano, Ivanhoe Pozos Lara, y el secretario del Ayuntamiento, Agustín Santiago y Meza.
Este documento es medular en el asunto, ya que el permiso otorgado sólo tiene validez por un año y venció el 29 de noviembre de 2014.
Ante este reportero, negó que quiera construir viviendas. Insistió en que sólo serían lotes con algunos servicios básicos como pavimentación, guarniciones y banquetas; que los desagües de dichos lotes estarían conectados a la red municipal de drenaje, sin afectar a mantos acuíferos. Incluso, Almendra Andrade asegura que no hay cuerpos de agua cerca del terreno y que el manantial más cercano está a 500 metros, y que se trata de un chorro muy pequeño y escaso que no abastecería ni a Las Puentes ni a Zimpizahua.
Lo único que lo detiene es que el actual Ayuntamiento de Coatepec no ha actualizado el cambio de uso de suelo que ya tenía desde 2013. Si bien argumenta tener todo en regla, e incluso el aval de dependencias federales y estatales, fuentes consultadas por este reportero indican que mientras el Ayuntamiento no decida el cambio de uso de suelo no se pueden iniciar trabajos de construcción.
Copias de documentos en poder de este reportero, indican que efectivamente el cambio fue autorizado por la administración del entonces alcalde Manolo Sánchez y de ahí también surgieron las protestas de los habitantes, quienes se dieron a la tarea de meter denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por la destrucción de árboles en la zona, cuestión que hizo que se dilatara el proyecto, mientras la licencia de suelo corría en su vigencia.
No obstante, Aldo Almendra Andrade dice que ha ganado todos los juicios y bloqueos que le han impuesto, admitiendo que esto le ha costado bastante dinero y le ha retrasado el inicio de la obra, y con ese retraso ya se venció el permiso que le había otorgado el ayuntamiento, que requeriría lo que llamó “una actualización”.
LA MAQUINARIA TIRÓ ÁRBOLES
Habitantes de Las Puentes se han entrevistado en varias ocasiones con el actual ayuntamiento para conocer de la situación del predio y de la licencia de cambio de suelo. Las primeras entrevistas fueron con Roberto Pérez Moreno, “Juanelo”, el alcalde que anda prófugo de la ley acusado de ser autor intelectual del homicidio de su tesorero.
“Juanelo”, según la versión de quienes lograron platicar con él, sencillamente se lavó las manos diciendo que eso ya estaba autorizado desde el gobierno municipal anterior y que él no tenía nada qué ver; incluso su director de Agua y Saneamiento, Abner Noel Rivera, mostraba un mapa del proyecto que calificaba como “viable”, arguyendo que la red municipal de drenaje sería el medio por el cual se conectarían las futuras viviendas para no afectar a los mantos acuíferos de la región.
Pero los pobladores no desistieron y por medio de amparos y demandas la obra fue retrasada en su inicio hasta que prescribió la licencia. También trascendió que pese a tener el permiso para construir, los fraccionadores no tenían el estudio de impacto ambiental, lo que también los retrasó.
Ahora el actual alcalde Ricardo Palacios (quien dice Aldo Almendra Andrade, sólo los ha recibido una vez) ha negado que su ayuntamiento haya dado permiso para construir y se ha comprometido con los pobladores a que durante su gobierno no se otorgará permiso alguno.
Esto no fue impedimento para que el pasado 3 de febrero, Aldo Almendra Andrade, junto a tres personas más, con una máquina retroexcavadora comenzará a derrumbar al menos dos árboles en el predio. Lo anterior causó alarma entre los pobladores de la zona, que de inmediato se comunicaron entre todos para pedir el apoyo del Ayuntamiento.
VERSIONES ENCONTRADAS
Según la versión de Aldo Almendra Andrade, la mañana del 3 de febrero, quienes llegaron en plan agresivo, azuzados por Joaquín Alcántara, fueron los pobladores de Las Puentes y Zimpizahua. Fotos de su celular detallan a un grupo de personas cercándolos en el perímetro de su propiedad.
En otra imagen se ve con funcionarios del ayuntamiento de Coatepec, entre ellos la directora de Medio Ambiente, Fany Méndez Alarcón, un representante de la Dirección de Obras Públicas, así como elementos de la Fuerza Civil (quienes, dice Aldo Almendra, llegaron a apuntarles con sus armas y a tratarlos de manera prepotente).
Por su parte, los pobladores indican que quienes se pusieron groseros y agresivos fueron Aldo Almendra y sus 3 acompañantes presentes, al grado de que sacaron de quicio al comandante del grupo policiaco y los obligaron a retirarse. Fuentes extraoficiales de la Fuerza Civil también indican que al menos dos de las personas que se encontraban en el predio se encontraban tomando bebidas alcohólicas y enfrentaron a la Policía diciendo que estaban en su propiedad.
Mientras todo esto ocurría, gente de Zimpizahua y Las Puentes bloqueaba la carretera que conecta a los municipios de Coatepec y Xico, afectando a miles de habitantes que diariamente circulan por esta vía. Por la vía de la presión lograron saber que el alcalde Ricardo Palacios se encontraba en la Ciudad de México y por lo tanto serían atendidos por el síndico Julio Hernández, quien les reiteró que el ayuntamiento no daría permiso alguno para la construcción de lotes en dicho predio.
Pero la preocupación de los habitantes es que no hay una resolución definitiva para parar la obra que está llevando Vicente Libreros con sus socios, lo que da señales de una lucha larga y para rato.
Otra versión que dan los pobladores es que un pedazo del terreno de Vicente Libreros fue vendido anteriormente a un grupo constructor llamado CONSROFE, que ha desistido de obras al saber que dicha zona está en disputa por los pobladores en su defensa del agua y el bosque. El representante de esta compañía, Juan José Rodríguez Sedano, incluso expresó en una reunión ante los habitantes que no sabía que estaban comprando, en el sentido de los problemas que han adquirido con la compra parcial del predio de Libreros.
ALCÁNTARA: NO ES LO MISMO LEGAL QUE JUSTICIA
Joaquín Alcántara Hernández nos recibe en la famosa Hacienda Zimpizahua, aquella donde se sembró la primera mata de café en la América Continental. Se encuentra ubicada en la comunidad del mismo nombre. Al fondo, hasta llegar mero abajo de la calle principal. No hay pierde.
Don Joaquín nos recibe justo al lado de una fuente y nos dice que él no roba el agua a nadie. Que incluso por gravedad él es el último en recibir el agua que proviene de los manantiales en el pueblo. Él estuvo presente el día del bloqueo en la carretera que va de Coatepec a Xico, y fue quien habló fuerte al pueblo para invitarlos a continuar con la lucha por la defensa del agua.
Y es que, argumenta, la llegada de cientos de familias a un fraccionamiento, necesariamente se convertirá en un problema a la larga porque --ejemplifica con lo más escatológico-- cuánta cantidad de desechos humanos se irán acumulando en los drenajes, los cuales a la larga se rompen, se dañan, se filtran y a la larga contaminarán el suelo de la región: “Hablamos de que por cada lote podrían llegar hasta 5 personas; de ahí imagine usted que cada una de esas 5 personas van por lo menos dos veces al baño”.
Pero no es sólo el drenaje, habla también de la destrucción del bosque por el mero afán de “vender, vender, vender, lucrar”.
Se le comenta que los dueños del predio han mostrado documentos para --según su forma de ver-- demostrar que no se afecta ningún cuerpo de agua o suelo forestal y replica: “Ellos podrán traer todas las formas legales, incluso hasta el permiso de uso de suelo. Ellos podrán tener la parte legal de su lado, pero no el de la justicia”.
Lo anterior lo explica citando a Ulpiano, considerado uno de los padres del derecho: quizás asista lo legal a quienes pretenden fraccionar los terrenos, pero la justicia está del lado del bien común, y en ese sentido el ayuntamiento ha actuado del lado de la justicia al no otorgar ningún permiso de construcción que afecte a terceras personas o que están en desacuerdo con la modificación de su entorno.
“Si bien los fraccionadores podrán llegar con el montón de hojas, un gobernante responsable actuando con justicia sabe que esto podría desencadenar un problema social mayor, de protestas y hasta confrontaciones innecesarias”, subraya.
Prosigue: “Y es que el espíritu de toda ley, del Derecho en general, es para proteger a la especie y el bien común. Por sentido común no creo que alguien quiera otorgar un permiso de construcción por encima de una población que está en contra de destruir el patrimonio de las futuras generaciones”.
--¿Qué solución le ve al problema?
--La expropiación, la cual se le pagaría al propietario a precio catastral que tengo entendido son 600 mil pesos. De ahí la declaración de reserva protegida por parte de las autoridades federales, para que nadie toque ese bosque ni lo destruya, pero ha habido la terquedad de insistir en la construcción, seguir con la venta de los lotes.
LA LUCHA SEGUIRÁ
Fue el ayuntamiento del panista Manolo Sánchez Martínez (2011-2013) el que otorgó los permisos de construcción, lo cual también fue avalado por la administración del prófugo “Juanelo” y finalmente detenido por el actual presidente municipal de Coatepec, Ricardo Palacios, quien ha asegurado que no dará ningún permiso a los fraccionadores.
Y es que, efectivamente, mientras no exista el permiso del poder autónomo del Municipio de Coatepec, las obras no pueden arrancar. Fuentes consultadas en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indican que podrá haber avales de dependencias federales y estatales, aparentemente de más alto nivel que instancias municipales, pero quien tiene la última palabra es el Ayuntamiento de Coatepec.
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