AMLO sabe muy bien que además del camino de MORENA, Marcelo Ebrard tiene dos o tres alternativas y posibilidades reales de convertirse en candidato presidencial en el 2024.
Una de ellas, la más visible, es la que Dante Delgado deja ver un día sí y el otro también, jugándole al vetusto juego del ensarapado, Dante manda señales de poder abanderar a Marcelo con el cuento de que los documentos básicos indican de que al menos el 50 por ciento de las candidaturas de Movimiento Ciudadano en todos los niveles (municipal, estatal y federal) serán provenientes de la ciudadanía.
Pero los que conocen la política a fondo, así como los gobernadores de Nuevo León y Jalisco, Samuel García y Enrique Alfaro, saben muy bien que quien ganaría al llevar a Marcelo Ebrard como candidato, sería solo Dante.
Aunque cierto, para eso están los acuerdos para repartir y ganar, lo que en cierto momento podrían hacer que Enrique y Samuel cambiaran sus discursos.
Pero como se dijo antes, Marcelo tiene otras cartas y una de ellas -la inmediata- se la está jugando ahora mismo en el Congreso con la discusión del Presupuesto de Egresos Federal 2024 (PEF).
AMLO sabe muy bien que sin los votos de los marcelistas, su presupuesto no pasará.
Así que no se sorprenda de que haya cambios importantes dentro de MORENA que favorezcan a Marcelo en cualquier momento.
Marcelo es ahora, quizá más candidato que cuando perdió las encuestas pasadas en el proceso interno de MORENA.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") |