El ensayo clínico comparó los efectos de dosis de 10 mg y 25 mg de psilocibina y un placebo. Los especialistas encontraron que la psilocibina no provocó problemas graves:
«No hubo eventos adversos graves» y «no hubo efectos negativos» en la función cognitiva y emocional entre los voluntarios que tomaron psilocibina, según un comunicado de prensa de Compass Pathways.
En cambio, los voluntarios experimentaron «cambios en la percepción sensorial y alteración positiva del estado de ánimo», efectos típicos de las drogas psicodélicas.
Los participantes recibieron apoyo y supervisión personal en todo momento durante las sesiones, que duraron alrededor de seis horas.
Se les permitió ir a casa tan pronto como los efectos “agudos” de los medicamentos se habían disipado, según los investigadores. Después de tomar la sustancia psicodélica, a los voluntarios se les invitó a relajarse y sumirse en una introspección.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 264 millones de personas en todo el mundo están afectadas por la depresión.
El tratamiento farmacéutico más común es tomar antidepresivos como Prozac, que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro para mejorar el estado de ánimo.
Pero este tipo de antidepresivo no funciona para todos y generalmente se prescribe como un tratamiento a largo plazo para mantener la efectividad.
Por el contrario, los fármacos psicodélicos alteran rápidamente nuestra función cerebral y, por lo tanto, podrían tratar a los pacientes en solo unas pocas dosis cuando se combinan con la terapia, sugirieron los investigadores.
Ensayo en primera fase, ¿qué sigue?
Esta es solo la primera de dos fases en prueba: la segunda fase del ensayo involucrará a más de 200 pacientes con depresión en Europa y América del Norte.
«Los resultados del estudio son clínicamente tranquilizadores y apoyan un mayor desarrollo de la psilocibina como tratamiento para pacientes con problemas de salud mental que no han mejorado con la terapia convencional, como la depresión resistente al tratamiento», dijo James Rucker, uno de los investigadores principales. del King’s College London.
Aunque todavía hay muchos obstáculos, los resultados positivos se suman a un programa en curso para desarrollar un tratamiento para la depresión basado en la psilocibina de los hongos que no responde a otros tratamientos. |