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Job Hernández
 

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El retorno de la planeación económica
2020-12-07

La confianza en la regulación espontánea del mercado generó una baja estima de la planeación económica durante las últimas cuatro décadas. En el mejor de los casos, se consideraba una formalidad a cubrir, pero sin que fuera una tarea estratégica o que se tomara en serio. En consecuencia, las instancias y los mecanismos correspondientes fueron dejados en el olvido


Este abandono tiene motivaciones ideológicas muy claras. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial Friedrich Hayek formuló tres principios básicos que se volverían las convicciones de toda una época: el conocimiento perfecto de cualquier economía es imposible; la planeación sobre la base de este conocimiento defectuoso es indeseable; y cualquier intento en este sentido provoca efectos colaterales catastróficos (como el autoritarismo político). 


La consecuencia inmediata de estas ideas fue la eliminación o pérdida de relevancia de algunas instituciones dedicadas a la planeación económica. En el caso de nuestro continente, la víctima por excelencia fue el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES), dependiente de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL).  


Pero el culto a la espontaneidad del mercado no nos condujo al paraíso terrenal, como lo prometieron sus ideólogos. Además de las consecuencias sobre la economía nacional que ya todos conocemos, se generaron dinámicas perversas que afectaron severamente a los espacios subnacionales (estatales o regionales). En el caso de Veracruz, los polos de desarrollo, emblemáticos del esfuerzo de intervención racional en la economía, entraron en decadencia arrastrando al conjunto de la economía estatal.


Solo el cambio de batuta en el gobierno del Estado en 2018 propició que se volviera a pensar en una planeación racional, equilibrada y democrática. En sintonía con estas intenciones, la Subsecretaría de  Planeación de la SEFIPLAN ha tomado nueva vida. Específicamente, hay un renovado activismo por parte de la Dirección General del Sistema de Planeación Estatal, encabezada por el economista Darío Fabián Hernández quien es un entusiasta de la planeación flexible, integral e inclusiva como instrumento de cambio hacia un futuro con igualdad y sostenibilidad.


Desde allí se han lanzado iniciativas esperanzadoras para la economía veracruzana. Por ejemplo, el Comité de Planeación Democrática para el Bienestar, cuya primera sesión se realizó hace unos días con la intención de revisar y actualizar los planes municipales de desarrollo y dar a conocer a los ayuntamientos las reglas de operación de los fondos federales que serán entregados en 2021. En materia de evaluación, se ha dado seguimiento puntual a los Proyectos de Mejora de todas las dependencias del gobierno estatal y se cumplió en tiempo y forma con los Programas Anuales de Evaluación (PAE) de los fondos federales, además que se integró el mismo procedimiento para los Programas Presupuestarios (lo que no se hacía antes).    


Notablemente, se ha promovido la participación de la ciudadanía en la planeación y evaluación a través de 98 Comités de Contraloría Ciudadana establecidos a lo largo y ancho del Estado. Incluso, un proyecto surgido del Comité de Coatepec dedicado a la prevención de actos de corrupción en trámites y servicios de la SEFIPLAN obtendrá un reconocimiento nacional por parte de la Secretaría de la Función Pública en los próximos días. 


Por supuesto, falta mucho por hacer en materia de planeación y evaluación. Pero la convicción con que realizan su tarea  los jóvenes funcionarios encargados del área hace pensar que se puede avanzar por buen camino. Ojalá no quiten el dedo del renglón. 


*Economista, latinoamericanista y asesor parlamentario

 
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