Respirar, caminar, beber agua limpia, abrazar. Todo esto lo dábamos por sentado hace apenas un año. Y la humanidad perdió ese año. Y al perderlo, le dio un respiro a la naturaleza. Y, por un lado, se acabaron los abrazos, los paseos, y respirar a todo pulmón se volvió peligroso. Tocar y no lavarte las manos, mortal. Celebrar una reunión, suicidio colectivo. Caminar se convirtió en acarreo del maldito virus. Y por el otro lado, las agua de los océanos, aunque llenos de plástico, se volvieron más transparentes y los cielos más azules. El mundo descansó de nosotros mientras, encerrados, nos limitamos a extrañar cosas tan sencillas como reunirnos con amigos o familia a comer. Prioridad: sobrevivir.
En este mundo que ha cambiado sus prioridades para siempre, hablemos de dos asuntos políticos a las puertas de una rara campaña que será de nombres, no de siglas. MORENA, justo sería, debería perder casi todo, menos Xalapa a pesar de Hipo Litio y siempre y cuando dejen hacer su trabajo a Ricardo Ahued, un hombre noble y desinteresado (ayuda a quien lo necesita sin esperar retribución alguna). (Si llegara a perder los comicios, por el enorme lastre del estúpido de Hipo Litio, y la necia metichería de Bola 8, con David Velasco las cosas estarían bien para la capital). Es prioridad que gane Ahued quien, tenga usted seguro, no tapará las cochinadas del actual alcalde, ni por orden presidencial.
Y para diputado local por Xalapa hay un nombre que llama la atención porque ha estado, todo este año de pandemia, a través de las redes sociales, con sus “Diálogos con industriales”, en contacto con los actores políticos y empresariales del estado: Alejandro de la Madrid. Su tarea principal y autoasignada, sin embargo, ha sido cuidar el agua. Recordemos: sin ella no se puede vivir. Hay que votar por quien la defenderá con su propia vida. Esa es, amigos míos, prioridad uno. Hombre honesto, chambeador. Xalapa lo merece.
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