COMO LA noche criolla, bolero de Agustín Lara,  noche tibia y callada de Veracruz, así parece encontrarse en este momento político la oposición al partido que gobierna el país y a la propia entidad veracruzana aún cuando a nivel nacional y también estatal, ya resuenan los tambores de las dos sucesiones, federal y estatal, donde la anticipación se vuelca para caer, quizá, hasta en violaciones ciertas y concretas de las propias disposiciones electorales.

Aunque Diego Fernández de Ceballos, el legendario “Jefe Diego”, diga que la oposición sí existe y que está trabando, para otros, muchos al parecer, el bloque opositor se encuentra meditando, esperando que alguien le ordene o cuando menos le indique las estrategias a seguir. Desde luego, que más prudentes, más inteligentes y hasta más pacientes, los integrantes de la oposición se muestran indulgentes con quienes se adelantan y le ponen prisas a sus pasos.

Pero no dejan, sin lugar a dudas, de generar especulaciones, principalmente, respecto a la falta de un ben liderazgo opositor, no de partido político en lo particular, pero sí en los acuerdos que ya debieran estarse tejiendo en torno a los dos sucesos político electorales que poco a poco se aproximan.

Es cierto, en Morena, hay desconcierto, porque todavía no llegan a la mitad del sexenio y el Presidente, se ha puesto a destapar corcholatas, entre las cuales ya parece estar escondido el premio de la candidatura. Pero mucho y grave debe estar pasando en el interior de Palacio Nacional, que la decisión anticipada parece ser una estrategia que pudiera darle o no, resultado político al mandatario nacional.

Lo que llama la atención, es, indudablemente, la pasividad política de la oposición, que en este mismo espacio ya se había comentado, luego de que conforme a los resultados de la pasada elección, lo más conveniente sería que los partidos políticos que anuncian permanecer unidos para los siguientes compromisos político electorales, no hubieran hecho pausa, porque los tiempos, aunque parezcan lejanos para lo que se tiene que enfrentar, se están adelantando, tal vez, porque las circunstancias que rodean el ambiente político sean otras y quizá más determinantes para los propios objetivos de todos.

Así es que tibia y callada, como la noche criolla del compositor veracruzano, se muestra la oposición política a Morena, tanto a nivel nacional como en las propias tierras veracruzanas.

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SE LE VA EL TIEMPO AL PRESIDENTE.

LA DECLARACIÓN PRESIDENCIAL, más que cruda por la verdad que encierra, en el sentido de que si no logra pacificar al país en el tiempo que le queda, no habrá manera de justificar su gobierno. Cierto es que al Presidente, le urge trascender, pero con tanto problema que tiene encima, principalmente, con la inseguridad que predomina en todo el país, difícilmente conseguirá este objetivo, por lo que ya se está dando cuenta que solo, como siempre lo ha querido ser en este gobierno, no logrará nada, por lo que pudiera estar ya en condiciones de aceptar el apoyo gubernamental de todos los gobiernos estatales, sean de Morena, o no.

Por eso, busca reunirse con quienes tienen el mando y el poder en cada Estado, aunque no lo haga con todos, pero ya es un primer paso hacia la consecución de sus metas.

No aceptará sin embargo, dialogar con dos gobernadores, es decir, el de Tamaulipas y de Michoacán, donde se concentra, por ahora, el mayor problema de la violencia y consecuentemente de la inseguridad.

Los dos Estados de la República, más señalados por los problemas de la inseguridad y la violencia, son descartados para encontrar conjuntamente una solución, porque ahí, en estas dos importantes entidades de la federación, hay otros asuntos, en los que el Presidente, no quiere entrar, es decir, no quiere saber nada de ellos, aunque sean parte del mismo territorio nacional. Pero aquí, en estos dos espacios, también corre el tiempo inexorablemente para los fines presidenciales.

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MONREAL, SE REBELARÁ.

ES MUY TEMPRANO para saberlo, pero lo más probable es que Ricardo Monreal Ávila, se le salga del huacal al Presidente.

La luna de miel, entre los dos, terminará con motivo de la sucesión presidencial, porque la preferencia política ya está definida y esto, de ninguna manera, aceptará el ahora Presidente de la Junta de Coordinación política del Senado de la República, y coordinador de la bancada de Morena, en esta cámara, ya que después será otro escenario político en la nación y Monreal, perderá la oportunidad de llegar a ser, como lo ha dicho, candidato a la Presidencia de la República.

De ahí que Ricardo Monreal Ávila, después de cabalgar junto al Presidente, por espacio de veintitrés años, como él mismo lo establece, buscará transitar bajo otras siglas hacia la búsqueda política de figurar, primero, en la candidatura y posteriormente, si todo le va bien, en la propia Presidencia de la República.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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