MÉXICO, se deshace entre dos fenómenos claramente definidos. Uno es la inseguridad, mal que viene de mucho atrás, pero que se ha encasillado, precisamente, en este momento crucial para la vida nacional. El otro, el Covid, virus fatal que ha puesto de rodillas al gobierno federal, al no poder contener la ola de contagios que amenazan, día a día, con seguir aumentando las cifras de personas que pierden la vida ante los ojos de los propios responsables de mantener el control de la pandemia.

¿Cuál de las dos pandemias es más grave?

De las dos, dice la opinión pública, ni a cual irle, pues en ambos casos, las muertes se acumulan minuto a minuto, hora tras hora, de todos los días que transcurren y donde no hay estrategias definidas, claras y precisas que combatan directamente la presencia  de estas dos enfermedades del país.

La inseguridad, como el virus del covid, se encuentra en todas partes del territorio nacional, generando un verdadero caos. Los dos fenómenos ya no permiten vivir tranquilamente, porque la primera es una amenaza constante para todos que ya no permite salir fácilmente a la calle, mientras que la segunda, es también una gran limitante para la movilización de las personas, sin que se corra el riesgo de poner en peligro la vida, tanto la personal, como la de todas las familias.

El gobierno federal, tiene en estos dos fenómenos sociales, un gran compromiso con todos los mexicanos, en general, es decir, mostrar capacidad, conocimiento y buena voluntad para enfrentarlos, porque hasta ahora, mucho se dice, que es la falta de interés gubernamental para llevar a cabo las acciones que se requieren y poder, de esa manera, hacer el trabajo que le corresponde.

La sociedad, ya se está cansando, tanto de una pandemia como de la otra, tanto que ya buscan la manera de salir adelante, no con el apoyo del gobierno, sino con sus propios esfuerzos. No ven, ni sienten, que las autoridades estén haciendo lo correcto, pues entre ocurrencias y cortinas de humo, quieren tapar el sol con un solo dedo, cuando en realidad, el país se les deshace entre los dedos de las manos al no tener los recursos del conocimiento para hacer las cosas bien.

El Presidente, ha perdido el rumbo del país. No encuentra la salida y todavía le faltan más de tres años para que culmine su sexenio. Ya no hablemos de reelección o ampliación de su mandato, porque ya no puede, ni siquiera, terminar con este compromiso constitucional que ha adquirido a partir del primero de diciembre del dos mil dieciocho. Bien le vendrá, se afirma, la revocación de mandato, donde los mexicanos, le digan que de plano, se vaya.

Este es parte del panorama de la nación, donde dos fenómenos sociales, estarían actuando mucho mejor que en las casillas, donde una buena parte de los mexicanos, decidieron votar por el cambio, por una nueva posibilidad de crecimiento, por una verdadera transformación del país, donde, al parecer, está saliendo más caro el caldo que las albóndigas.

López Obrador, sabía, cuando menos de la presencia de una de las pandemias que han asolado al país, es decir, la inseguridad, por lo que prometió acabar con ella, pero que al final de cuentas tuvo que echar marcha atrás, dejando hacer, dejando pasar, a la violencia generalizada que ha mostrado más poder que el mismo Estado.

Así, las dos pandemias, están acabando con México.

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JOSÉ ALBERTO PÉREZ FUENTES.

¿SE ACUERDAN, aquí en Xalapa, de la presencia de famoso “Chocolate”?

Sí, el aspirante a dirigir los destinos de la Presidencia Municipal, avalado por el partido de Encuentro Social, acercándose peligrosamente en el pasado proceso electoral, a los primeros lugares de aceptación?

Pues bien, apenas terminado el proceso electoral, donde quedó en cuarto lugar, tuvo que enfrentarse, de la misma manera que muchos actores políticos, a dos importantes realidades, una la de saber que su partido perdía el registro y la otra que el virus del Covid, terminaba por amenazar su propia vida.

Sin embargo, de los dos casos, ha salido adelante y ahora busca un lugar dentro de una nueva organización política, pues no está decidido a perder su capital político.

Tiene ya, cuando menos un camino a seguir y ese transita hacia la esquina de Ruiz Cortines y Francisco Moreno.

Ya se sabrá que decisión puede tomará en el futuro inmediato.

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Y ¿HÉCTOR YUNES LANDA?

AUNQUE SE APARECE constantemente en el panorama político estatal, hasta ahora pocos saben, cuál será su decisión por cuanto corresponde a la nueva oportunidad de buscar la gubernatura del Estado.

Si es así, cuál partido político estaría dispuesto a aceptarlo, dependiendo de la estructura política que tenga, es decir, de la que supuestamente tuvo cuando participó y perdió estrepitosamente.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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