ESOS seres extraños, denominados Diputados federales y locales, que misteriosamente se aparecen en campaña, para pedir el voto de los ciudadanos, tanto en las ciudades, como en los pueblos y rancherías, zonas de pobreza y marginación, asentamientos irregulares, barrancas y caminos, muchas veces inaccesibles, pero que con el afán de ganar un espacio en los congresos respectivos, los recorren a caballo, en lujosos carros, camionetas de doble tracción, de esas llamadas cuatro por cuatro, comiendo lo que el pueblo, muchas veces les ofrece para saciar la sed y el hambre, sacrificando por unos días el lujo de sus residencias, los restaurantes del buen comer, la buena ropa y las distracciones que su posición económica les permite, ¿dónde están ahora, cuándo aquél pueblo que los apoyara para ocupar una curul y denominarse pomposamente representantes populares, los necesita para hacer gestiones y demandar apoyos para reponerse de los males generados por el reciente fenómeno meteorológico que azotó sus tierras, sus siembre, sus casas, chozas y los pocos bienes personales que tienen?

Este es el momento preciso para responder al compromiso contraído, después de que los ciudadanos veracruzanos, votaron para tener, en algún momento, el respaldo a sus necesidades, no tan solo legislativas, sino también de apoyo general para poder acudir ante las instancias superiores y traer los recursos necesarios, los insumos requeridos, o cuando menos, una palabra de aliento, la cual también es apreciada por aquellos necesitados, aunque, lo mejor, desde luego, es llevarles algo que les sirva para comer y para vestirse.

La ausencia de estos misteriosos personajes, es común en todas partes, porque nadie de ellos se anima, en los momentos requeridos por el pueblo, a dejar sus cómodas posiciones, pues, finalmente, no son ellos los que necesitan, sino los demás, aquellas personas que un día creyeron en ellos, en sus promesas, en sus compromisos y hasta aquella posibilidad de un día volver en tiempos que ya no sean de campaña, pero si de cumplimiento de compromisos.

Pero qué lejanos están los veracruzanos, de esta realidad, pues la verdad de las cosas, es que ni siquiera cumplen con la ley, al acudir ocasionalmente a informar de sus actividades, de sus quehaceres públicos a favor del pueblo, o de los resultados de alguna gestión que el pueblo les haya demandado.

Los Diputados, son seres extraños, misioneros de un día, porque nunca, quizá, volverán, salvo, desde luego, para una nueva misión política.

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YA LES TOCA A LOS CHAVOS.

CRÉANME, AYER, TUVE la posibilidad de platicar con algunos jóvenes que se encuentran entre los dieciocho y los veintinueve años. Los vi entusiasmados, dispuestos a acudir a los centros de vacunación, porque dicen, que la han visto de cerca, tal vez, por el contagio de familiares, pero la verdad de las cosas, es que se están responsabilizando del momento que les ha tocado vivir. Ya no son aquellos que se sienten súper poderosos, ni tampoco prepotentes, sino al contrario, han adoptado una posición más comprensible para los que les rodean, porque saben que cuidándose ellos mismos, se cuida a los demás, sobre todo, a los que se encuentran mucho más vulnerables, porque hay que pensar que también los jóvenes son amenazados por el virus del Covid, dónde su fortaleza les ayuda, pero no están exentos del peligro de perder la vida.

Y qué buena esa actitud de jóvenes responsables, porque de esta manera, se hacen mucho más precavidos, pero sobre todo, maduros en una etapa en que muchas veces, significaba un reto para ellos.

Hoy, los jóvenes estarán siendo inoculados contra la pandemia que ocupa al mundo. Se requiere preservarlos, porque, sin duda, siguen siendo, el futuro de nuestra patria, más ahora en que se necesita más de ellos por el panorama tan difícil que se presenta para todos por igual.

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LOS NIÑOS Y JOVENES QUE VOLVERÁN A CLASES.

EN TODO EL PAÍS, SE HAN establecido varias opiniones. Unas, como sabemos, están a favor, y otras, también lo sabemos, están en contra de que los niños vuelvan a clases presenciales ante el peligro que representa el virus del Covid, pues noticias hay de sobra en el sentido de que también los menores de edad, han sido atacados por esta enfermedad y hasta varios fallecidos ya se han contado.

Sin embargo, hay una percepción general sobre la conveniencia de que todos, maestros y alumnos, reanuden sus actividades en los espacios de sus respectivas escuelas. Solo que debería, como mucho se ha dicho, de analizar con cierta profundad, el momento en que se pretende reiniciar estas actividades escolares.

Se tendría, como ya lo hemos expuesto en varias ocasiones, respaldados por las mejores opiniones de padres, maestros, y sociedad en general, que se busque el mejor momento, que no sea éste en que los contagios aún se encuentran al alza, porque la pandemia, no se ha dominado. Se requiere el control del virus y de esa manera, programar estas actividades. Así lo han expresado quienes más saben de este importante tema.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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