El Tío Fide con una extraordinaria facilidad hacía amigos pero también, con la misma facilidad, muchos de ellos se convertían en sus enemigos al estimar que el Tío no les daba lo que según ellos merecían. Y hubo muchos enemigos, pero quizá ninguno tan acérrimo y tan peligroso como Miguel Ángel Yunes Linares.
La verdad es que en política reza un dicho que ‘los amigos son de a mentiras y los enemigos son de verdad’. Y estos últimos, a los que en la juventud el Tío Fide les puso alguna pequeña piedra al paso de los años convirtieron en verdaderas enemigos, rocas difíciles de sortear.
Sucedió que en la campaña política del Tío Fide por la gubernatura, llegamos a la congeladora Perote y lo invitaron a cortar el listón de una flotilla de autobuses que recién había adquirido la empresa ADO. El Tío se subió a una de las unidades, se sentó al volante y dijo: hoy se cumplió aquel viejo sueño que tenía de niño cuando aún vivía en Nopaltepec, su sencillez lo dimensionaba frente a su pueblo.
En la campaña política de Luis Echeverría Álvarez, candidato del PRI a la presidencia, el joven Fidel –invitado por el candidato a la campaña, se codeó con los principales y más cercanos colaboradores de Echeverría que a la postre serían integrantes de su gabinete. En la gira, dos jóvenes promesas de la oratoria que Echeverría usó para agenciarse los votos de la juventud mexicana: Carlos Armando Biebrich de Sonora y el joven ‘Fidelillo’ como le decía Echeverría.
Al finalizar una de las etapas de la campaña Fidel me pidió que lo esperara en la Ciudad de México, mientras él regresaba de un viaje a su pequeño pueblo de Nopaltepec para pasar el fin de año. Recuerdo que viajaron en el carro de ‘Monchis’ Arcos y los acompañó Moisés, el hermano del Tío Fidel. En el viaje de regreso, justo cuando pasaban por ‘garnachilandia’ Rinconada, comenzó a llover y ‘Monchi’ accionó los limpiadores del parabrisas sin que éstos bastaran para darle la visibilidad que se requería y se estrellaron contra una pipa estacionada a media calle. El más lesionado de todos resultó el ‘Tío Fide’ quien con la cara sangrando pedía ayuda inútilmente pues los demás estaban en problemas por los golpes recibidos, hasta que afortunadamente, un taxi los levantó y los llevó a un sanatorio de Xalapa.
De ahí de ese accidente le vino al ‘Tío’ Fide esa cicatriz en la frente que lo ha acompañado en la política desde ese entonces. Con el 'Negro Cruz' su inseparable amigo, el 'Tío Fide' tuvo infinidad de anecdotas, algunas de ellas se las contaré más adelante. ¡Son únicas!
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