Ahora que los robos están al día, hablemos de algunos de ellos:
Hace años escribí sobre un joven recien casado que consiguió trabajo como acomodador de carros en un estacionamiento, y un día por mala suerte le dio un golpe a un elegante carro, al no tener para pagar fue a dar a la cárcel, después de dos años salió y no podía conseguir trabajo por sus antecedentes penales, su hijo pequeño estaba enfermo y tuvo que robarse unas medicinas para atenderlo y finamente regreso a la cárcel. Eso se llama robo famélico.
Hace unos días, desayunando con un amigo, empresario exitoso, le avisaron que habían robado un tráiler con 16 máquinas que había comprado, eso representaba algunos millones, comentamos que esas máquinas no las podían vender a nadie pues son muy especializadas y fáciles de localizar.
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A los pocos días leí en la prensa que ya las habían recuperado.
Me recordó cuando era joven y un grupo de amigos de Xalapa, por pura puntada se robaron una caja fuerte, nunca la pudieron abrir i a los ocho días apareció tirada en una barranca que estaba junto al Club de Leones.
Una de las cosas buenas que ha hecho nuestro Presidente fue la creación de una institución para regresar al pueblo lo que le han robado, a los pocos días corrieron al encargado de dicha institución porque los de ahí mismo se empezaron a robar lo que habían recabado. Esto es para Ripley.
Lo bueno de no tener nada es que no te pueden robar, aunque de vez en cuando te roben el corazón
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