Como buen cinéfilo, estos días de cuarentena los he aprovechado para ver algunas de mis películas favoritas, (igual que mi querida amiga Maru que también está viendo sus películas) una de ellas es Warriors (Los guerreros) esta película narra con gran maestría el recorrido por las calles de Nueva York que hace una banda de jóvenes acusada injustamente de haber asesinado al líder de una poderosa pandilla que quería unificar a todas las bandas para apoderarse de La gran manzana, en su accidentado recorrido se tienen que enfrentar a las bandas de los diferentes barrios que van atravesando, al llegar a Coney Island de donde son originarios se enfrentan con los verdaderos culpables y finalmente se aclara el asunto.
En esta película hay una escena que me caló hondo y que hasta la fecha me enternece hasta el llanto: es cuando en uno de los últimos tramos casi al amanecer abordan el metro y en el mismo vagón se suben unos jóvenes de "buena familia" que habían asistido a una elegante boda, cuando ven a la joven pareja de Swan, el líder de la banda y notan la diferencia entre sus elegantes vestimentas y el sucio vestido de la joven; se hace el silencio y optan por abandonar el carro dejando olvidado un ramo de flores, Swan toma el adorno y se lo da a su pareja. Esa escena hasta la fecha me cala hondo.
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