“Si no puedes ayudar a tus amigos al menos no les hagas daño”
“…vida, si tuviera cuatro vidas, cuatro vidas serían para ti, vida, si te llevas mi vida, contento moriría por ti… si te llevas mi ser, contento moriría por ti…
-No puede ser. Exclama el aparecido Casiano cuando la llegada de su querido Regulo, a la cantina del Nido de Las Aguilas, en la céntrica calle de Arteaga de Coatepec… había cambiado su melodía favorita de contento vine, contento me voy, por la de Justo Carreras y sus cuatro vidas…
-La lluvia, terca y clásica en esta ciudad colonial, servía de marco en la esquina que fue testigo de las travesuras de Martín Quitano cuando chavito, haciendo caso omiso a los regaños de la “Tía Queta”, recordada señora en este populoso barrio, y aquí entre el ruidoso aparato de una vieja sinfonola, a donde con un delicado dedo marca su placer musical una gorda señora, güera y querendona, enseñando chico tamaño sensual y sexy de su “cesárea”, como quince puntos pegados al ombligo parecido a un molcajete, el cercano olor del “miadero” con las gotas de agua más concurridas que las que escasean en colonias, y en la barra la estable corcholata “pitera”, se reunían los famosos personajes de estas irónicas aventuras… el buen Casiano, muchos meses extraviado de estas charlas y el viajero Regulo, cabalgante y audaz, más chingón y valiente que Pancho Pantera…
-Asustado mi Casiano, muy asustado… el pobrecito secretario de Gobierno de Veracruz, don Eric Cisneros, se cayó, sí Casiano se cayó…pobrecito.
-Eso es bueno, que se calle y deje hablar a Cuitláhuac, finalmente es el gobernador.
-No, no, no… chingaos Casiano por favor, me refiero a que se cayó cuando viajaba en un helicóptero de esos grandototes de la Secretaría de Marina Armada, sí Casiano en donde le caben hasta 20 personas, sí Casiano… iba también el gerente de la CFE Oriente, Raúl Usla… mi Jesús qué pinche susto. Mi secretario de gobierno siempre cumpliendo con su trabajo, checaba los daños ocasionados por la tormenta tropical Grace, aquí en esta parte de la huasteca veracruzana.
-Pues sí Regulo pero es su responsabilidad, quizás no salvar vidas cuando necesitamos una humanidad mejor, más unida y dispuesta a apoyar las causas del pueblo, que entienda que dando al prójimo lo que necesita, tu corazón, tu mente, tu conciencia, estarás feliz y satisfecho contigo mismo…
-Ya déjate de filosofar Casiano, esto es serio. Queda al rumor lo que pudo suceder si este accidente hubiera tenido consecuencias mayores… pero estamos hablando de un helicóptero de la Armada de México, no de cualquier chingadera, para mí, una falla mecánica que gracias a la habilidad del piloto pudo controlarlo… ya lleva dos el secretario Eric, cuando enfermó del Covid y ahora este accidente aéreo. El siete vidas.
-Si para morir hasta cuando duermes, o como el caguamo mi Casiano, haciendo el amor sabiendo que morirá después de haberse deleitado de esa entrega.
-Regulo, tú siempre con la morbosidad. Mira lo importante que todos los del desplomado helicóptero de este mediodía, están, como dice el gobernador Cui, lesionados pero estables, solo el pinche susto, eso con una de burro o de yerba “maistra” se arregla.
-Oye Regulo pero cómo se les ocurre volar con este tiempo tan peligroso, y no lo digo por la inseguridad, sino por las inclemencias del tiempo… aquí cabe recordar lo que mi ídolo de los años 60, James Dean, el de la cinta Rebelde sin causa y Gigante, dijo, que quien puede vivir después de que haya muerto, es un gran hombre… y Eric Cisneros el secretario de gobierno, ya lleva dos: enfrentar al covid y salir bien y este día continuar vivo después de este helicopterazo. Es un gran hombre.
-Cierto Casiano… todavía viene a mi mente lo del avionetazo del líder de la CNC, Alfredo Vladimir Bonfil, después de participar en la solución del conflicto cañero, el de Roque Spinoso Foglia, Pancho Castro, el cura Bonilla Machorro… saliendo del aeropuerto de Veracruz, a los pocos minutos, dicen y siguen comentando, la avioneta explotó en pleno vuelo. Que esto, que las rejas de mango, que algo extraño… si puedo asegurarte que fue uno de los mejores oradores del PRI nacional, brillante en el manejo de la retórica y en el manejo de los campesinos.
-Otro avionetazo, mi Casiano, en el sexenio de Rafael Hernández Ochoa, dos de sus colaboradores y un valioso elemento de Prensa del Estado, regresaban de una gira de trabajo, con Angel Vergara Castillo, director de agricultura y el de la dirección de Ganadería, apellidado Bienzobas, además el reportero de prensa del Estado, Reséndiz, de Orizaba… fue cuando ya estábamos en la actividad periodística, gobierno de Hernández Ochoa, por ese año de 1975.
-Bueno, eso de Bienzobas, es cuento tuyo Regulo.
-No, así se apellidaba, hombre fuerte, grandote y pelo lacio.
-Qué bueno que Eric Cisneros está bien y que Veracruz siga contando con un excelente funcionario, ejemplar político morenista, brazo derecho del gobernador, amante de las tradiciones veracruzanas, de allá de donde se venera el Cristo Negro, Otatitlán, en cuya iglesia se encontraban o siguen, fotos de Chico Balderas, el líder petrolero de Nanchital, quien se encargaba de remodelar el “santuario” del Cristo Negro, cada año y él personalmente, estaba en su festejo.
-Yo por eso Regulo, no me hago pedazos para mantener a los demás completos, amo la soledad, incluso cuando estoy solo, aprendiendo que la vida es maravillosa si no le tienes miedo mi querido cabalgante, hombre de las mil batallas, cronista, escribano, portero indiscutible y miembro de Periodistas Unidos… salva siempre sus sueños y sus ilusiones.
-Regulo, deseaba ser escuchado. Lo logró, comentó lo que sabía de los avionetazos y salió del Nido de las Aguilas… su chiflido a ratos, combinado con su voz, se escuchaba en esa cuadra de Arteaga, haciendo que el mismo Edson Corona, saliera de su Mentha para saludarlo…
“…contento vine, contento me voy… ahí te dejo mi licencia y de paso la infracción… |