DE LAS peores administraciones municipales de Xalapa, en los más recientes tiempos, se podrían citar las que tuvieron a su cargo Rafael Hernández Villalpando, y desde luego, Reynaldo Escobar Pérez. Sin embargo, la de Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, actual alcalde, supera en grandes proporciones a los periodos constitucionales del gobierno municipal ya citados.

En el caso de los dos alcaldes mencionados, los dos primeros son originarios de esta capital veracruzana. El tercero, dicen, proviene del distrito federal, o quizá de alguna república cercana a nuestro país, porque en realidad, este columnista no tiene mayores datos que pudieran corroborar este hecho.

Lo que sí se puede señalar, con toda precisión, es que el alcalde Rodríguez Herrero, no tuvo, ni siquiera, la más mínima voluntad por hacer algo que valiera la pena de su administración en Xalapa. Como todos saben, su gobierno constituye el más grande desencanto que pudiera tener una comunidad gobernada por el mandato popular.

En los días que faltan por cerrar este periodo de gobierno, ya no hay nada qué hacer, porque son escasos tres meses y medio los que restarían de esta administración que tuvo cuatro años para poder trabajar y gobernar con responsabilidad a este municipio, que si bien, todos lo sabemos, es justo recordar que también es el asiento de los poderes del Estado.

La ciudad de las flores, la Atenas veracruzana, como se le conoce a Xalapa, desde hace mucho tiempo, no floreció en ninguno de los sentidos. La cultura fue relegada a mera mención histórica, lo de las flores, pues ni hablar, ni siquiera la propia naturaleza le ayudó a este Presidente Municipal, ya que en lugar de superar esta imagen propia de esta capital, su administración se encargó de arrumbarla por uno de los cuatros barrios plenamente identificados en esta señorial ciudad.

Queda, pues, en la historia política de esta capital veracruzana, registrada esta administración municipal de Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, como la peor entre las peores. Los meses que le quedan de tiempo para concluir este periodo, tal vez, le sirva al alcalde en turno, para medio arreglar las cosas en materia de administración de los recursos, porque viene el nuevo alcalde, blandiendo la espada de la auditoría.

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EL JUEGO DE LA POLÍTICA.

CUANDO TODOS CREÍAN que la jugada política de Morena, para la sucesión en Veracruz, estaría marchando sobre dos opciones, solamente, para alcanzar la nominación correspondiente que les daría la posibilidad de convertirse en candidato a la gubernatura del Estado, los nuevos anuncios presidenciales cimbran el territorio político de la entidad, tras alinear a un nuevo personaje que podría ser la solución del mandatario nacional, en Veracruz.

Sí, más de uno ya está pensando que la candidatura estaría entre dos contendientes, como es el caso de Rocío Nahle, a quien no se le ven posibilidades de competir por esta posición, y por otro lado a Ricardo Ahued Bardahuill, que ya fue lanzado al ruedo desde hace tiempo.

Pero en el juego de la política, es difícil, muchas veces, saber con precisión lo que se está tramando y más cuando las decisiones vienen del centro del poder. El nuevo personaje que ya fue puesto a la consideración de la militancia de Morena, se llama Sergio Gutiérrez Luna, tal y como ya se ha comentado ampliamente.

La lucha, finalmente, estaría entre dos, es decir, entre el futuro alcalde de Xalapa, y el ahora Presidente de la Mesa directiva del congreso federal, un veracruzano, nacido en Minatitlán, con altas expectativas de que pueda ser el nominado, siempre y cuando lo quiera así quien tiene la batuta política nacional. Lo de Nahle, parece indicar que solamente quedará como una mera distracción, aunque en Palacio de Gobierno, hay quienes piensan que será la futura candidata.

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¿Y LA COALICIÓN DE PARTIDOS?

MIENTRAS EN MORENA se adelantan con señales políticas rumbo a la sucesión en el gobierno estatal, en la coalición de partidos políticos, nadie ha dicho lo que van a hacer en relación con su candidato a la misma posición, pues si bien falta mucho trecho para llegar a este momento, es necesario, desde luego, que ya se vayan estudiando los perfiles adecuados para esta responsabilidad.

Hasta ahora, en lo que se sabe, es que Pepe Yunes, estaría dispuesto a aceptar nuevamente la candidatura a la gubernatura, aunque tendría que esperar las negociaciones finales de los partidos que van aliados, entre ellos, el mismo Partido Revolucionario Institucional, al cual pertenece el político de Perote.

Y es que, al parecer, no hay otro personaje que tenga la suficiente popularidad y la posibilidad de poder enfrentar a cualquiera de los aspirantes que ya han salido a la luz por parte de Morena, por lo que se espera que pronto lleguen los acuerdos, pues el tiempo avanza inexorablemente y para los efectos políticos, los tres años que faltan, podría ser poco tiempo.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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