Hugo Conti es el nombre del italiano que aparece como protagonista de la novela cuya historia fue narrada magistralmente por don Luis, que es uno de los escritores más talentosos de México, a la par de plumas como la de Juan Rulfo, José Emilio Pacheco o Carlos Fuentes.
El libro resultó un éxito editorial no tanto por la escabrosa anécdota que incluía sino por lo bien contada que fue la historia.
Casi el paraíso describe con maestría una época fundamental de la historia política mexicana.
Es el inicio de los gobiernos civiles, cuando la Revolución se bajó del caballo y se trepó en un auto lujoso; cuando empezó la corrupción rampante con sus camadas de nuevos ricos, hechos al calor de los jugosos presupuestos públicos.
Conti llega al México de la posguerra y aprovecha la prosperidad y la impunidad de los políticos mexicanos.
u historia es una denuncia y una burla en contra de funcionarios tan ladrones como ingenuos, tan experimentados para ejercer el poder como tontos para robar, aunque de una manera, digamos, pudorosa, si eso es posible.
El éxito no le fue perdonado a Spota y fue ninguneado por la crítica literaria al uso.
Se le catalogó como un escritor de segunda, productor de bestsellers en la peor acepción del término.
El colmo para los puristas literarios fue la íntima relación de Luis Spota con las organizaciones del boxeo mexicano. Nunca le perdonaron que estuviera más cerca de las cuerdas de un cuadrilátero que de las aulas de la academia.
Pero él siguió escribiendo novelas magníficas y vendiéndolas como pan caliente.
Releer a Spota es vivir el nacimiento del México moderno.
Y además es muy entretenido.
En verdad que don Luis es toda una alternativa para el ocio y la soledad de la pandemia.
sglevet@gmail.com |