MAS consciente, o quizá más colmilludo que los propios asesores del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, Juan Javier Gómez Cazarín, en su calidad de presidente de la junta de coordinación política del congreso local, invita a los abogados de la entidad para debatir sobre el famoso delito de ultrajes a la autoridad, buscando llegar a los acuerdos necesarios que detengan, por este lado, el recrudecimiento de una controversia que ya se ha hecho evidente por parte de quien dirige los destinos de Veracruz.

Los abogados saben, para eso estudiaron, como abordar el tema de la mejor manera, pues ellos no tan solo representan a quienes promocionan y buscan la legalidad en los principales órganos de la administración de la justicia en la entidad, sino que también son conciliadores en los conflictos que se puedan presentar. Por eso, la anuencia del diputado presidente de la Jucopo, se ve más política, más sensible a los problemas que se han generado, buscando con ello que este asunto no llegue a otras dimensiones donde sea más tarde, imposible parar un desacuerdo de esta naturaleza.

Su posición se torna más tolerante y eso abona, indiscutiblemente, al cumplimiento de los compromisos de cualquier gobernante, pero en este caso, inclusive, a los mismos propósitos de la cuarta transformación. Hay que dar certeza jurídica a los veracruzanos, concuerda y salva a quien se ha puesto en el recio papel de no entender los caminos de la conciliación.

De ahí que el ofrecer un diálogo con los estudiosos del derecho, es la mejor manera de entrar en busca de soluciones, pues las leyes están para indicar la mejor manera de aplicación de la justicia y los abogados son quienes promueven esa búsqueda litigando en los tribunales para llegar a una verdadera aplicación de la legalidad. Gómez Cazarín, hace lo suyo y tal vez encuentre mejores resultados si en su proceder se encuentra, también, la buena fe y el cumplimiento del verdadero compromiso que tiene con los veracruzanos en general.

Ya son tiempos de enderezar las cosas y que haya mayores posibilidades de llegar a los acuerdos y contribuir, por ambas partes, a un mejor estado de derecho en Veracruz. Son los mismos veracruzanos quienes desean entrar en otra relación más cercana, más efectiva con las autoridades, sobre todo, en materia de justicia, ya que en este campo existe crisis generada por disposiciones que no logran un cometido legal, sino serios problemas de justicia que nada contribuyen a la tranquilidad de los que en este caso son los propios justiciables.

Gómez Cazarín, parece ser más prudente y hasta más inteligente para desactivar una bomba de tiempo que podría estallar en cualquier momento.

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¿QUIÉN EMPINA AL GOBERNADOR?

PARECIERA QUÉ EN su propio equipo de colaboradores, el gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, tuviera a sus verdaderos enemigos, pues no se ve que los sepan aconsejar ni mucho menos asesorar en los asuntos políticos y jurídicos que tiene que manejar diariamente. Pareciera que alguien busca empinarlo todos los días hablándole al oído para que diga y haga una cosa, aun cuando sepa que no es la forma correcta de actuar.

Ya hemos comentado en otras ocasiones, que cualquier titular del poder ejecutivo, sea quien sea, debe, entre otras cosas, pedir consejo, la mejor recomendación política o jurídica para enfrentar un problema, pero nunca salir sin los conocimientos necesarios para lograr los acuerdos, incluso, para poder expresar lo más correcto ante la prensa o ante cualquier situación en la que deba pronunciarse. Un gobernante sale adelante cuando sabe escuchar, porque de esa manera no caerá en los errores que son comunes en esta responsabilidad.

García Jiménez, ha venido enfrentando una dura prueba, una crisis generada por sí mismo, luego de que, haciendo a un lado los principios más elementales como son la prudencia y la paciencia, se ha desbordado en acciones que no contribuyen, para nada, al mejor desempeño como gobernante.

Si existe alguien que lo empina a cometer errores, es tiempo de que lo descubra y sanear las condiciones políticas en que se encuentra. Un mejor asesoramiento en sus responsabilidades de todos los días, podría recomponer el escenario que se ha creado recientemente, comenzando por reconocer que se está equivocando y pedir disculpas por los agravios cometidos. Nunca es tarde, pero para eso tiene que detenerse a reflexionar e investigar quién lo está llevando al borde del precipicio.

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ANILÚ, ¿ENCARTADA?

HAN ESTADO SONANDO los tambores en la propia aldea de la diputada Anilú Ingran Vallines, a quien ya se le considera una opción política importante para poder entrar en el campo de la participación con rumbo a la candidatura para buscar la gubernatura del Estado. Cierto es que en los recientes tiempos se ha venido revelando como una mujer con agallas y con suficiente fuerza y entereza para enfrentar los retos de su propia actividad legislativa y por eso, más la experiencia acumulada, ya le ven altas posibilidades de que se fijen en ella, principalmente, quienes son los que deciden dentro de su partido, como en la coalición, si es que se mantiene este propósito político para las futuras elecciones gubernamentales.

De las mujeres, es la que lleva la batuta dentro del partido revolucionario institucional, donde milita desde hace tiempo, defendiendo los colores con pleno conocimiento de causa, sobre todo, con lealtad institucional a su organización política que le ha dado la oportunidad de sobresalir en el ámbito federal como estatal, siempre con el debido compromiso político que le ha animado permanentemente.

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