“don, doña”, viene del latín dom?nus 'señor'” y que la forma femenina es “dom?na.”
Y vienen seis acepciones diferentes para el término:
“1. m. y f. Tratamiento de respeto que se antepone a los nombres de pila. Antiguamente estaba reservado a determinadas personas de elevado rango social.
“2. m. y f. coloq. Antepuesto a un adjetivo o a un nombre generalmente en plural, referidos a una persona, u. para enfatizar irónicamente lo expresado por ellos. Don perfecto, doña calores.
“3. m. y f. p. us. Sin estar acompañado de otro nombre, y por sí solo, señor.
“4. m. y f. desus. Era u. para realzar la intensidad de algunos denuestos. Don ladrón, don necio, doña bellaca.
“5. f. desus. dueña.
“6. f. desus. monja.”
(Los académicos insisten en utilizar abreviaturas a mansalva, y por eso explico que “m. y f.” quiere decir “masculino y femenino”; “coloq.” significa (de uso) “coloquial”; “u.” es “usado”; “p. us.” se traduce como “poco usado”, y “desus.” vale para “desusado”).
Bueno, pues como “don” viene de “dom?nus”, es sinónimo del sustantivo común “señor”. De ese modo, es una palabra que se debe escribir en minúscula: don Juan, don Manuel, don José, etc., es decir; el señor Juan, el señor Manuel, el señor José.
En España utilizan el “don” seguido del apellido como una manera despectiva de referirse a alguien: “don López”, “don Hernández”, aunque en el dialecto mexicano del español no se reconoce este uso.
Véase, de dom?nus vienen otras palabras, como “dominar”, “domingo” (que para la tradición cristiana es el Día del Señor), “domeñar”, y tiene relación semántica con la palabra “domar”.
“Don” y “doña” son entonces apelativos que se anteponen en señal de respeto y que se aplican a personas que se han ganado la consideración de la comunidad.
De ahí, por ejemplo, que los veracruzanos sigamos recordando con acato a don Adolfo (Ruiz Cortines), a don Jesús (Reyes Heroles), a don Fernando (Gutiérrez Barrios), a don…
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