Una vez más los mexicanos demostraron que no están dispuestos a ceder ni un ápice de lo construido en materia democrática.
En el zócalo de la Ciudad de México y en las más importantes ciudades del país, millones de ciudadanos salieron a reclamar que no se ataque al Instituto Nacional Electoral (INE), ni se alteren los mecanismos para la realización de elecciones en México.
A pesar de que esos mismos organismos fueron los que validaron su triunfo, el presidente López Obrador mostró desde su primer año de gobierno, su intención de desarticular al órgano electoral y a los tribunales que se encargan de calificar los procesos democráticos del país.
El año pasado planteó una reforma a la Carta Magna, que fue rechazada en el Senado, toda vez que los votos de Morena y sus aliados no alcanzaban los dos tercios que se requieren para reformas constitucionales.
Ante ese descalabro, el presidente optó modificar algunas leyes, con el afán de restringirles los recursos a los órganos electorales, y su capacidad para sancionar violaciones a las leyes durante procesos electorales. Fue a lo que llamaron “Plan B”.
Esas reformas sólo requieren de mayoría simple (el 50% de los votos más uno) y ya las aprobaron las dos Cámaras (Diputados y Senadores), por lo que la única vía que queda es la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Morena y sus partidos aliados reformaron 429 artículos de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, de la Ley General de Partidos Políticos y de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, así como la nueva Ley General de Medios de Impugnación en Materia Electoral.
Expertos aseguran que esta aprobación “mutila al INE” y pone en riesgo la operación de las próximas elecciones porque valida el despido de casi 6 mil funcionarios de base, que representan una tercera parte de los recursos humanos con los que cuenta.
El Gobierno federal también tendría acceso a las listas de electores, lo que vulnera los datos personales y abre la posibilidad de que sean usados con fines distintos a los establecidos. Además, permite que los funcionarios y candidatos puedan usar los recursos públicos para hacer campaña sin ser sancionados.
Senadores del bloque de oposición (PAN, PRI, PRD, MC y el Grupo Plural) refrendaron que, con la inminente promulgación de la reforma, presentarán una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El consejero electoral Ciro Murayama explicó que si antes del 2 de junio la Suprema Corte suspende la aplicación del “plan B” en materia electoral se podrá realizar la elección del 2024 tal y como se conoce. También con esta suspensión se evitaría el despido del personal del Instituto y se mantendría sin cambios.
Para expresar su rechazo al presidente López Obrador y exigir a los ministros de la Corte que actúen con honestidad y congruencia, fue que salieron este domingo los mexicanos a las calles.
Es un reclamo que no puede ser ignorado.
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Epílogo.
Dos accidentes de gigantescas proporciones, con la pérdida de vidas humanas y millonarios costos, se suscitaron en el estado de Veracruz el jueves de la semana pasada. El saldo oficial fue de al menos siete heridos y dos desaparecidos. *** Un primer incendio ocurrió en el interior de la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán, en el que cinco obreros resultaron heridos de gravedad, con quemaduras de primer y segundo grado. *** El segundo evento fue una explosión y posterior incendio en el Centro de Almacenamiento de crudo de Pemex, conocido como Tuzandepetl, en el municipio de Ixhuatlán del Sureste. *** Se reportaron trabajadores desaparecidos y dos intoxicados, identificados como agentes de Protección Civil del municipio de Minatitlán. *** Ese Centro de Almacenamiento cuenta con 14 bóvedas para almacenar hidrocarburos, de las cuales, dos fueron realizadas en 2021, con capacidad de almacenar hasta 3 millones de barriles de petróleo. *** Nadie ha salido a informar sobre las causas de estos dos siniestros y los responsables.
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