La verdad, negros nubarrones se han puesto sobre el partido en el poder y el destape anticipado de sus querendones. Lo peor, la cantaleta de AMLO de no meter las manos en la definición de su candidato a la presidencia deja a Mario Delgado sin el nivel para controlar tanto a Ebrard como a Monreal.
Porque la realidad es que a la fecha se ignora el rumbo que tomarán Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal si las encuestas favorecen a Claudia Sheinbaum. Quien afirme saberlo, está mintiendo.
Ricardo Monreal, reiteradamente, es quien más se ha quejado -desde las sombras y su voluble discurso- del impulso que desde presidencia se le ha dado a la jefa de gobierno de la CDMX. Claro, cuidando siempre de no dar nombres o apellidos.
Pero Marcelo Ebrard sí ha sido directo y claro denunciando públicamente la opacidad e indefinición de la dirigencia nacional de MORENA.
Ebrard puso el dedo en la llaga al denunciar que desde la dirigencia del Sindicato del IMSS se presionó y exigió a sus agremiados para crear “células” para promover a Claudia Sheinbaum.
Desde luego que esa línea no debió salir más que de Zoé Robledo, director general del IMSS, con el respaldo, desde luego, de AMLO. Zoé quiere gobernar su estado natal y esa debe ser su cuota.
Marcelo Ebrard ha exigido piso parejo, renuncia de las corcholatas, debate público y definición inmediata de reglas claras que, al no serle satisfechas -porque no lo serán- podrían ser motivo para una salida justificada de MORENA.
Sin embargo, Marcelo chilla pero no deja de avanzar. El periodista Salvador García Solo, escribió en su Twitter “Esta tarde, en un privado del restaurante Loma Linda, el canciller @m_ebrard se reunió con 28 dirigentes estatales del @partidoverdemex que apoyen su candidatura presidencial. Entre los asistentes estaba el ex dirigente nacional de los verdes @CarlosPuenteZAC”.
Es más que obvio que Marcelo quiere llegar a la Convención Nacional del Verde (que será este miércoles), bien planchadito.
Aunque a decir verdad García Soto se azotó, pues el Verde no cuenta con 28 comités estatales, fue un exceso o mala interpretación de quién le sopló a la oreja.
Aunque sí, hay que decirlo, dentro de la bancada de diputados federales hay muchos que no están de acuerdo con que el Verde se separe de MORENA en el 2024 y tampoco apoyan a título personal la candidatura de Manuel Velasco. Pero esa es otra historia.
La verdad es que todos los aspirantes, sean del partido que sea, juegan como en el póker para crear optimismo entre sus seguidores y un atractivo entre indecisos. Algunos pagan sus propias encuestas, otros muestran fotografías repletas de seguidores para mostrar músculo. En fin, cada quien busca la mejor estrategia para decir que van ganando.
Lo cierto es que el futuro de MORENA pudo estar definido desde el momento en que Andrés Manuel soltó a sus corcholatas sin mencionar a Monreal o a los pesos pesados de los partidos aliados, Gerardo Fernández Noroña del PT o a Manuel Velasco Coello del Verde (aunque los primeros dos entraron luego con calzador y el senador tuvo que destaparse por su cuenta).
Veremos si AMLO tuvo o no razón.
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