Por lo que se ha visto, a Rocío Nahle le gira muy bien la ardilla para esto de la política y su organización, pues ha sabido capear el temporal y las calenturas jarochas que exigieron y se despeinaron por verla caminar en Veracruz al son que bailaban otros aspirantes a gobernar el Estado en los últimos meses. 

Y es que Rocío no tenía entre sus manos un encargo sencillo como titular de la SENER, sino la construcción de la promesa cumbre de AMLO como fue la Refinería de Dos Bocas que debía construir en tiempo récord y con cientos de bombas atómicas que eran enviadas desde la oposición política un día sí y el otro también. 

Pero Rocío no se desesperó, cumplió con AMLO y de vez en vez se dio sus tiempecitos para que su vela en Veracruz no se apagara. 

Así, una vez que se echó a andar y se cargó el primer tren de la famosa Refinería y seguramente echarse algo entre pecho y espalda para sacar la presión, empezó a tejer fino. 

Primero se encerró en su casa de Coatza con su equipo político más cercano. Revisó lo hecho en su ausencia y retomaron nuevos acuerdos y se repartieron tareas. 

Luego puso orden entre los que en cierto momento le fallaron o la quisieron rebasar. 

Y este miércoles, muy de mañana, Rocío se fue al popular café de La Parroquia de Ruiz Cortines en Boca del Río a platicar con su amigo Ricardo Ahued, alcalde de la capital veracruzana. 

Y quien piense que se vieron y se dejaron ver en el popular café sólo para disfrutar de los lecheros, las canillas y banderillas, se equivocan. Rocío quiso enviar el mensaje de que ella y Ahued son cuates desde hace años, que traen acuerdos sellados y al mismo tiempo enviar el mensaje expansivo con destino a los de MORENA y a los que desde la oposición respetan y quisieran tener entre sus filas a Don Ricardo. Sí, sobre todo de aquellos priistas que aún le tienen veladoras prendidas al Santo de los imposibles para que el ‘barchante’ regrese con ellos a ver si logran arrebatarle Veracruz a MORENA. 

Pero el Santo no podrá hacerles el milagro porque Rocío y Ahued irán juntos en lo que viene y venga. 

Alguien por ahí adelantó que el destino de Rocío es Veracruz y el de Ricardo también. Un destino no de corto, sino de largo plazo. 

Es decir, a Rocío le gira la ardilla para eso de amarrar futuros, tanto para organizar como para ganar una encuesta interna de MORENA, así como la inminente campaña política rumbo a la gubernatura de Veracruz en el 24. 

Lo que hayan platicado esta mañana en privado, antes y después del café, no se puede decir aquí aún, porque fue entre ellos y en privado como antes dije; pero de qué otra cosa podía hablarse en privado entre ellos dos, sino de un nuevo amarre político, de revivir y reiterar los acuerdos ya tomados previo a la elección municipal del 2018 y de establecer nuevos que les permitan a los dos: ganar-ganar. 

Sin embargo, de todo ello, pelo por pelo, aquí en Figuras y Figurones se lo comentaré más adelante. 

¡Me comprometo! Como dicen los políticos.  

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