El discurso de la “mano dura” pasa a la historia para ceder su lugar al “Codo de Vidrio” de Adán Augusto López Hernández.
¿Codo de Vidrio?
Habría que remontarnos a principios del siglo, en el 2001, en un encuentro entre Pachuca y Cruz Azul, cuando el zaguero tuzo Manuel Vidrio, si no mal recuerdo, en la media cancha, en la disputa por un balón, recibe con el codo a la altura de la barbilla a Paco Palencia. El impacto le genera tremenda herida al delantero cementero que tuvo que cerrarse con más de 30 puntadas…
Afortunadamente, este reciente martes, en Nacajuca, Tabasco, el codazo que soltó la corcholata Adán Augusto López Hernández, no encontró destino porque de haberlo hecho, la diputada federal Karla María Rabelo Estrada, hubiera conocido la lona.
Adán Augusto puede argumentar cualquier cosa que se acerque a “justificación” para haber arremetido así en un mitin organizado en su natal Nacajuca, pero…, quien haya acompañado a Fidel Herrera Beltrán en su campaña para Gobernador, era un personaje que se dejaba querer, abrazar, apapachar, jalar, besar… a él sí le hubiera quedado como anillo al dedo eso de que “Yo ya no me pertenezco… soy de ustedes… soy del Pueblo de Veracruz”. ¡Parafraseando a “Ya Saben Quién”!
Es claro que Adán Augusto no estaba de buenas… que algo le incomodó… quizás los jalones que la misma diputaba le propinó a su camisa como se consta en el video, pero esos jalones y jaloneos son propios de la concurrencia… la gente lo que quiere cuando está en esos eventos, es saludar, estrechar la mano de la corcholata, más si es su paisano, y ahora en estos tiempos, si se puede, tomarse la selfie con el “rock star político” del momento…
Pero es claro que Adán Augusto no está listo para esta conversación… porque su actitud conlleva a un juicio simple: “Si así es como candidato, se lo imaginan como Presidente?”
Y de eso, muchas historias los ciudadanos conocen…
Vamos, no seamos tan severos con Adán Augusto… alguna razón muy poderosa pudo tener para haber lanzado ese codazo estilo Manuel Vidrio que no encontró a su Paco Palencia, como por ejemplo… a lo mejor pensó que le querían robar su reloj y entre perder un millón de pesos o millón de votos, es claro que su codo habló por él.
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