Marcelo contaba con dos amigos senadores para ello.
Por un lado, Dante Delgado y por otro Ricardo Monreal, pero los dos se le abrieron:
Dante le abrió las puertas de Movimiento Ciudadano, pero casi le dijo, te formas y compites en una larga fila de 8 aspirantes más, lo que a Marcelo no le pareció y de plano le dio las gracias a su amigo Dante.
Y por otro lado, el Senador Ricardo Monreal, siempre acomodado a las circunstancias políticas, luego de perder también como Marcelo la encuesta frente a Claudia Sheinbaum, se replegó en paz, prefirió regresar al Senado y en ningún momento alentó de frente las intenciones separatistas de Marcelo.
Así, a Marcelo no le quedó de otra que pactar con Claudia Sheinbaum su permanencia en MORENA, lo que ésta aceptó de inmediato, pues se está en tiempo de sumar.
Peeeeeero… Marcelo doblado, aún así quiso salir airoso y aparecer como vencedor. Según lo declarado por Mario Delgado, dirigente nacional de MORENA, por la propia Claudia Sheinbaum, nada de lo que señaló Marcelo es cierto.
En primer lugar, Marcelo dijo que para permanecer en MORENA se le debía considerar la segunda fuerza en el Movimiento, pero en menos de 24 horas le aclaró Claudia Sheinbaum que: “No hay segunda fuerza en MORENA… Morena no está dividido en fuerzas, pues es un solo movimiento”.
Y por otro lado, Mario Delgado fue más allá al señalar que “quien quiera candidaturas tendrá que ganar las encuestas o el sorteo, porque en este partido no hay cuotas”, como clara y directa respuesta a lo asegurado por Marcelo Ebrard quien reveló que el Acuerdo con Sheinbaum contempló que su grupo político tendría espacios en las candidaturas al Congreso de la Unión, diputaciones locales y alcaldías que estarán en juego en el 2024.
Lo anterior solo enseña dos cosas:
Una, que a Marcelo Ebrard se le olvidó que ya no está en el PRI, partido en el que militó durante sus primeros años de gloria; y
Dos, no ha leído los estatutos de MORENA en los que se prohíben las corrientes, cuotas y cuates, lo que como declaró Mario Delgado, fue lo que mató al PRD cuando entre “Los Chuchos”, Jesús Zambrano y Jesús Martínez, se repartían los cargos de elección popular, pero sobre todo las plurinominales a su antojo y conveniencia económica.
Así que si alguien llegó a pensar que para Marcelo Ebrard el tema estaba resuelto y había salido ganando, pues eso está muy lejos de ser verdad.
Si los marcelistas y el propio Marcelo quieren seguir enchufados a la ubre, tendrán que formarse en las filas, participar en las encuestas o esperar alguna salvadora Tómbola que los ubique preferencialmente en algún jugoso cargo de elección popular.
No hay duda que las cosas con MORENA cambiaron. Los cuates, compadres, colaboradores fieles y leales, hermanos, parientes, amantes y demás fauna, tendrán que hacer fila como ahora le han dicho a Marcelo: ¡Si quieren, que se formen!
Ahora la pregunta es ¿Qué sigue para Marcelo el MORENO?
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