Esas palabras, desde luego que rápido llegaron a oídos de la presidencia del CEN del PRI y merecieron, de acuerdo a lo que se platicó a quien esto escribe, los siguientes comentarios:
“El PRI respeta las diversas expresiones de su militancia, pues un denominador común es el ejercicio de la crítica y la autocrítica de sus miembros, sobre todo, para perfeccionar nuestros órganos internos, mecanismos y reglas internas”.
“Pero la lealtad a una institución política como el PRI, el partido más longevo de México, el partido que ha gobernado por 94 años las distintas instancias de gobierno en el país, no es en función a los cargos públicos que pueda ofrecer, sino a la historia, la ideología y el programa que enarbola… La lealtad al PRI no puede medirse mercantilmente. Cuánto me das, cuánto te doy. Si no, debe girar en función a las causas sociales que se abanderan”.
“La lealtad es una condición moral y ética del militante, producto de los valores y principios que tiene. No puede ser una moneda de cambio supeditada al cargo político que se desea; no se puede decir, mientras me des cargos soy leal, cuando no me des, seré desleal”.
“La nueva dirigencia del PRI en Veracruz, es producto de una designación, no de una elección; los estatutos facultaron al presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, para designar a una dirigencia provisional, cuando no se ha llevado a efecto una elección interna, en razón de que hay en marcha un Proceso Electoral Constitucional Federal, como es el caso. En la primera semana de octubre arrancó la elección federal para presidente de la República, 500 diputados, y 128 Senadores”.
“Los estatutos establecen con claridad que esa dirigencia provisional durará hasta que concluyan los cómputos de la elección constitucional, que será hasta el mes de junio del 2024”.
“Una vez concluida las elecciones federales y locales en Veracruz, el CEN emitirá la convocatoria correspondiente para que haya una elección interna en el Partido y se elija a una dirigencia por 4 años; entonces los cuadros del partido podrán ejercer libremente su derecho de participación en dicha elección del Partido”.
“Para realizar una designación no se requiere hacer consultas o plebiscitos, menos la de preguntar a junta de notables, sino basta cumplir con los requisitos que los propios estatutos señalan, como se hizo puntualmente”.
“El CEN no está vulnerando ningún derecho de cuadro alguno del partido en Veracruz, sino actuando conforme a sus reglas internas, que deberían conocer a la perfección los cuadros del partido. Quién alegue que el presidente del CEN designó y no consultó a la base militante lamentablemente ignora el marco legal del partido”.
“No son tiempos de chantajes o reproches, sino de lucha política intensa por sacar de Palacio Nacional y estatal a quienes prometieron transformar al país y solo están dejando ruinas. Esa es la principal preocupación del partido. Esa es su prioridad. Ese es el gran reto y el gran desafío de los tiempos históricos que estamos viviendo. La "quema de naves" es para rescatar al país, no para ocupar cargos fortuitamente. No en función del interés particular. Sino del interés de la nación y de Veracruz”.
Así, quizá exista entre la militancia algún enojo legítimo, pero sin duda que como actores políticos como la propia diputada local Anilú Ingram Vallines, pronto encauzarán su vitalidad y se alinearán conforme a los objetivos nacionales de su partido.
Todo es cuestión de que se reflexione con la cabeza bien fría y se observe en lo que se mandata en los estatutos internos del PRI, para que de esa profunda reflexión salga algo positivo ya que el tricolor, lo que menos necesita en estos momentos, es una fractura estéril.
Conclusión, Anilú Ingram ha sido toda una figura de la política, no vaya a ser que a unos cuantos metros de la meta anhelada se convierta en un figurón de la misma.
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