Está el Chapulín que se la pasa brincando de partido en partido y va en función de diversas circunstancias como el maltrato en su propia casa política o la conveniencia política para cambiar de camiseta.

Está el Chapulín legislativo, que salta al partido en el poder sin necesidad de dejar sus colores, pero sus votos y acciones lo delatan…

Y está el Chapulín de Cargos… Apenas van entrando como Diputados y ya están pensando en la Presidencia Municipal… por citar un ejemplo.

Aunque en estos momentos, el Chapulín Mayor se lo lleva Ricardo Ahued… ya sabemos el porqué.

Este último fenómeno político es al que en primera instancia se han de enfrentar los partidos políticos ahora que se renueven los congresos con sus diputados uninominales…

Bueno… en el PAN, en lo local, quién sabe si se aviente Indira Rosales a la contienda por la alcaldía boqueña… y Maryjo Gamboa? Carta fuerte por el Puerto? 

El PRI, no tendrá problemas salvo lo que digan los pluris y sinceramente, no creemos que se avienten a buscar una presidencia municipal.

En el caso de Movimiento Ciudadano, sus pluris es seguro que busquen competir en el 2025 aunque se sabe que su brinco está pactado.

En el caso de Morena habrá que ver quiénes alzan la mano para la contienda municipal porque sus números en la elección pasada igual funcionan como aval para participar.

Hay varios casos, por citar de golpe a Rafa Fararoni, Paul Martínez Marie, Pepín Ruiz y por el lado federal, Rosa María Hernández Espejo…

En otras circunstancias, se podría esgrimir el argumento de que “fueron elegidos para ser diputados” pero en estos tiempos de Cuarta Transformación, parece que a nuestros electores el Chapulineo poco importa.