El tema ahora será saber el tratamiento que le dará Claudia a todos esos casos, dos de ellos de obvia importancia ligados con AMLO por una profunda y vieja amistad: el de Ignacio Ovalle y el de Baldemar Hernández.
El caso de Ignacio Ovalle Fernández, fue en el que AMLO puso todo el billete disponible para alimentar a los mexicanos y comercializar los productos del campo. Fusionó SEGALMEX con DICONSA y LICONSA con el propósito de garantizar el abasto de alimentos en las regiones más vulnerables de México. Sin embargo, a Nacho se lo comió la modernidad, la tecnología con la que sus colaboradores se lo llevaron al baile. A pesar de comprobarse desfalcos, fraudes y fracasos, AMLO exculpó de responsabilidades legales a su amigo Ovalle, pero al mismo tiempo lo dejó a merced de la voluntad humana, que sin esfuerzos lo podría llevar a la cárcel por faltas al deber legal y hasta quizá por contubernio con quienes ya están en la cárcel.
El segundo caso es más triste, y se trata de Baldemar Hernández, a quien AMLO le puso en sus manos el supuesto antibiótico financiero para salvar al campo, la pesca y el bosque.
Baldemar, amigo de AMLO, tabasqueño clasemediero, exfuncionario de agricultura en el gobierno de Enrique González Pedrero, fue duramente señalado en medios nacionales por incompetente y actos de corrupción sin que AMLO hiciera lo mínimo por atarle las manos, hasta que Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda, puso en manos de AMLO evidencias de sus ‘errores’.
Baldemar y Ovalle serán dos elementos de caza para la oposición y más ahora que la Auditoría Superior de la Federación halló un posible desfalco y daño patrimonial de 17 millones 826 mil pesos en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP) derivado del proceso de liquidación de la Financiera de Desarrollo Agropecuario Rural, Forestal y Pesquero.
Obvio es que estos dos nombres serán protagonistas en el inicio del Gobierno de Sheinbaum y lo más probable es que por los descuidos de Nacho y Baldemar, las huellas del crimen los delaten y no haya más remedio que ponerlos a la sombra, aunque sea por un buen tiempo.
Es claro que la oposición querrá utilizar estos dos casos emblemáticos para negociar algo a su favor, pero por como pinta la científica, lo más probable y más benéfico para su imagen, será que sea ejemplar en su tratamiento. Veremos si Claudia es capaz de ver por su gobierno o por los amigos corruptos de AMLO.
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