Sin embargo, los triunfos capitalinos de Ahued Bardahuil en todas las elecciones en que ha participado siguieron fomentando la percepción de que Xalapa era su feudo votacional y el lugar de sus mayores éxitos.
Como Senador de la República y como Director General de Aduanas realizó papeles notables, aunque no suficientes como para difuminar su condición xalapeña y esa fue la razón fundamental de que desde la Presidencia de la República le solicitaran que fuera el abanderado de Morena en las, en ese momento, muy parejas elecciones para el Ayuntamiento, en las que participaron diez candidatos de 14 partidos políticos.
David Velasco Chedraui era un fuerte contendiente de la alianza Va por Veracruz que integraba al PAN a, PRI y al PRD. Era conocido y aceptado por la población desde que fue alcalde de 2008 a 2010 y diputado local de 2013 a 2016, y la conjunción de los partidos opositores le daba una buena posibilidad, adosada a la pésima administración del presidente municipal saliente, Hipólito Rodríguez, que le estaba dando al traste a las cuentas de Morena.
Pero Ricardo Ahued arrasó y se convirtió nuevamente en un excelente alcalde de Xalapa.
Hoy desde la secretaria de Gobierno y con una responsabilidad que llega a todos los rincones del estado, Ricardo Ahued ha empezado a darse a conocer como un funcionario incluyente, pendiente de los problemas y listo para proponer soluciones.
Pronto lo conocerán en todo Veracruz del mismo modo en que ahora lo estiman los xalapeños, y verán la clase de político que es.
Vaya, se está “internacionalizando” en Veracruz,
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