Ante este panorama, ¿qué hará la próxima presidenta municipal? Se trata de una joven e incipiente política que tuvo la suerte de estar cerca del actual alcalde Fernando Remes, cuyo mayor mérito fue ser amigo de López Obrador. La ciudad, lejos de mejorar, corre el riesgo de quedar peor de lo que está.
Fernando Remes deja una expectativa fallida de lo que prometió al llegar al gobierno y hereda a Adanely Rodríguez una catástrofe. Emilio Olvera terminó siendo el sacrificado por los egoísmos y la falta de acuerdos entre los liderazgos de Morena, que prefirieron romper antes que ceder espacios a Manuel Huerta.
De Olvera puede decirse que le faltó mesura política y tacto: atacar a la gobernadora de Veracruz nunca fue la ruta para construir acuerdos. Y Movimiento Ciudadano, el partido que lo postuló, o se vendió o lo dejó solo.
Adanely Rodríguez, por su parte, es inexperta y sin logros en la función pública. Su carrera política se ha limitado a aplaudir y sostener un discurso retórico y triunfalista, sin una sola acción de verdadero reconocimiento público.
Ojalá le vaya bien a Poza Rica. Ojalá este desencanto y escepticismo se disipe. Ojalá quienes pensamos que será otra administración fallida estemos equivocados. |