A Manuel Huerta le ha tocado jugar un papel muy complicado en la estructura de lo que ellos llaman “la cuarta transformación”. El senador de Morena es, en términos prácticos, el “Pepe Grillo” de ese movimiento político (que no “social”, como ellos lo quieren hacer ver) y eso le ha generado constantes reclamos de parte de los que se dicen sus “compañeros”.
Manuel Huerta es fundador de Morena y a estas alturas eso no es poca cosa. El atropellado crecimiento de esa fuerza política permitió la incorporación de muchos vivales, políticos “de coyuntura” que se subieron a un tren en movimiento sin importarles temas como la declaración de principios.
Pero es, además, de los pocos que han asumido que no es lo mismo ser oposición que ser gobierno, o como se suele decir, no es lo mismo ser borracho que cantinero.
El ejercicio del poder entraña grandes riesgos, poderosas tentaciones que impactan de manera preponderante a los que no han tenido nada. Asumir un cargo de responsabilidad pública implica poner en la balanza los principios que los llevaron a abrazar este movimiento, contra el impacto del corrosivo efecto corruptor.
El Pepe Grillo del escritor italiano Carlo Collodi (Il Grillo Parlante), personaje de su libro infantil de 1883, “Las aventuras de Pinocho”, simboliza la conciencia moral, la voz interior que guía hacia el bien, el equilibrio entre los deseos y los deberes, y la ética personal, representada como un consejero prudente que ayuda a tomar decisiones correctas y a diferenciar entre lo bueno y lo malo.
Pero ya sea que hayan leído aquella obra, o que hayan visto la versión que llevó Walt Disney al cine, recordarán que había momentos en los que Pinocho se desesperaba, que consideraba a esa vocecilla como “incómoda” y que, incluso, llegó a expulsarlo, pues le representaba un estorbo cuando pretendía ceder a las tentaciones.
Eso es lo que le sucede a Manuel Huerta. Les llama la atención a sus correligionarios, les anticipa los riesgos a los que habrán de enfrentarse, y lo tachan de traidor, de envidioso, de ruin, de ambicioso.
Allá ellos. Lo cierto es que esta no es una película infantil con moraleja, esta es la vida real y acá no suele haber finales felices. Los que hoy se nieguen a escuchar a Pepe Grillo pagarán las consecuencias.
Y como dicen en mi pueblo: “el que avisa no es traidor”.
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Epílogo.
Dicen que no está, que la gobernadora “ni lo topa”, pero lo cierto es que Éric Cisneros Burgos, quien fuera secretario de Gobierno durante buena parte del gobierno de Cuitláhuac García, manda persistentes mensajes para avisar que sigue en Veracruz y que pronto reaparecerá con toda la fuerza. *** Con motivo de la Nochebuena y la Navidad, este miércoles 24 de diciembre Éric Cisneros subió un mensaje en sus redes sociales en el que llamó a los veracruzanos a “la unidad”. *** “Ojalá que esta temporada sea de encuentros y de reencuentros, de alegría sincera, de nuevas alianzas y del cariño que siempre nos tenemos quienes vivimos y amamos esta bendita tierra”, dice en su mensaje.
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