En mi columna del jueves pasado, publicada en este espacio y en El Universal, afirmé que tanto Javier Duarte como Miguel Yunes carecen de la credibilidad suficiente ante la opinión pública veracruzana, además de que ambos son vistos, en términos generales, como personajes corruptos o cuestionables en sus desempeños bajo la etiqueta de 'funcionarios'.
Ahora bien, el Gobernador, por mera lógica, padece, a menos de cuatro meses de entregar el cargo, mayor desgaste político derivado de los casi seis años al frente del Ejecutivo, mientras que Yunes Linares, también por obviedad estadística, no ha sufrido la erosión natural de estar sentado en la silla de quien manda en Veracruz.
|
Sin embargo, es innegable que en gran medida, la victoria de Miguel Yunes se debió a la desacreditada imagen de Javier Duarte ante los ojos veracruzanos. Eso ya es por sí solo, un indicador que en el 'desgastómetro' político, pone al Gobernador por arriba del Electo.
El pasado viernes 12 de agosto, el periodista Enrique Galván Ochoa, de La Jornada, publicó una encuesta telefónica que sin buscarlo así, coincidentemente, respaldó lo que escribí en mi columna titulada 'Duarte y Yunes Linares. Odio jarocho'.
La encuesta de Galván Ochoa pregunta, de manera abierta, a usuarios de Twitter y Facebook, además de miembros de El Foro México, lo siguiente: Duarte y Yunes se acusan mutuamente, ¿a quién le crees? Los resultados arrojan que el 81.5 % considera que ambos son igualmente corruptos; el 15% a 'ninguno', el 3% le 'cree más' a Miguel Yunes, mientras que sólo medio punto porcentual a Duarte.
En la encuesta de Enrique Galván Ochoa, publicada en la sección 'Dinero' de La Jornada, participaron 2 mil 148 personas, de las cuales, mil 42 pertenecen a El Foro, 252 a Facebook y 854 a Twitter. En el reporte se manejan algunos comentarios de los votantes, entre los que el autor destacó las ideas ciudadanas respecto a que ambos personajes 'dicen la verdad, uno del otro', y 'son piezas del mismo sistema'.
A continuación retomo un párrafo de mi columna anterior:
'Ni Duarte ni Yunes Linares son <santos de devoción> para los veracruzanos. Tan cuestionado se va uno como cuestionado llega el otro. Tan presuntamente enriquecido de manera dudosa está uno como el otro. En promedio, ante los ojos de los que habitan el estado, ambos tienen cola digna de pisarse, comprobada o no jurídicamente, pero en la voz generalizada, la traen en la parte baja de la espalda' (Al Respecto, 11/08/2016)
Javier Duarte se irá desacreditado, no hay vuelta de hoja; Miguel Yunes tendrá dos años para mejorar o empeorar su imagen. Su primera evaluación la tendrá ni más ni menos que en las urnas, en junio del siguiente año, cuando se renueven las 212 alcaldías veracruzanas. Doy el beneficio de la duda por obligación. Al tiempo.
|