El martes 30 de agosto, en el aparentemente nuevo programa noticioso de Televisa, “Despierta”, con Carlos Loret de Mola, se hizo una minimesa de análisis para revisar el panorama económico de México ante las opiniones desfavorables de las calificadoras internacionales. Fueron invitados Enrique Quintana, director del diario El Financiero, Luis Miguel González, director del periódico El Economista y Santiago Pérez, editor en México del periódico The Wall Street Journal. Se habló de los puntos débiles de la economía: aumentos en combustibles, Pemex, endeudamiento, falta de inversión; se mencionaron algunos aspectos favorables como el aumento del consumo, el hecho de que la deuda sea de poco más del 50% del PIB, mientras en otros países es del 100%. Se dio un panorama de una “economía desigual”, es decir, factores adversos y otros favorables.

Luis Miguel González puso en la mesa el tema del impacto de la política en la economía, “¿Qué nos dicen las calificadoras? El crecimiento no se da, entre otras cosas, porque la economía y la política no se están llevando bien, hay problemas en el ecosistema de lo político que le empiezan a pegar a la economía (…) el caso más claro es lo de la CNTE pero no es el único caso (…) pero la política sí afecta a la economía y estamos viviéndolo”. Santiago Pérez del Wall Street Journal hizo algunos comentarios generales muy equilibrados sobre las afirmaciones de sus compañeros de mesa y enseguida retomó el punto que estableció Luis Miguel González: “el gran reto de México a nivel de crecimiento económico es el tema del Estado de Derecho” dijo. Abruptamente, lo interrumpió Enrique Campos, el encargado de la sección económica del noticiario, cambió el tema y Santiago Pérez no volvió a hablar ni a plantear sus puntos de vista sobre cómo afecta al crecimiento económico de México la situación del Estado de Derecho. Si no vio el noticiario matutino, se puede corroborar fácilmente en el podcast.

Doce minutos y medio para hacer ver que la economía mexicana tiene muchos problemas, algunas oportunidades, pero, sobre todo, para responsabilizar, una vez más, a la CNTE de los malos resultados que México está teniendo en la economía, por lo cual recibe calificaciones desfavorables en el plano internacional.

No es extraño que hayan impedido a Santiago Pérez abundar sobre el tema que apuntó, pues el periodista ha escrito en distintas ocasiones sobre ello en el Wall Street Journal: ha destacado la crisis de la administración peñanietista por el caso del 43 normalistas de Ayotzinapa, la casita blanca y el uso que hizo la primera dama del condominio de lujo en Miami. 

Es cierto que el gobierno federal debe encontrar una solución a las protestas de la CNTE, situación que lo coloca en una encrucijada: su vulnerabilidad puede incrementarse en el tema de los derechos humanos si aplica la mano dura, porque uno de los escenarios puede ser la obcecación de la CNTE que llevaría a resultados funestos; por otra parte, enfrenta el reclamo de la iniciativa privada afectada por las protestas de la CNTE. Del diálogo no obtuvo el secretario de Gobernación buenos resultados básicamente porque el desacuerdo en puntos nodales no tenía visos de resolución.

La televisión comercial, por encargo o de manera oficiosa, ha insistido en responsabilizar del problema unilateralmente a la CNTE. No se puede negar que la agrupación magisterial se ha ganado el rechazo de una parte de la opinión pública debido a los bloqueos, más que por la afectación a los comerciantes que no gozan de especial aprecio entre la ciudadanía, pero de eso a que sea uno de los principales problemas de política que hace tambalear al crecimiento económico hay un trecho muy grande.

Los ojos del mundo, incluidos los de la esfera económica, en cambio, han estado atentos a otro tipo de problemas políticos que les parecen más graves. Emilio Álvarez Icaza, quien acaba de concluir su encargo como Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aseguró a la revista Proceso que es tan grave la crisis de derechos humanos en México que el gobierno federal teme que la percepción internacional sobre el tema lo pueda llevar a que la Corte Penal Internacional abra un caso en su contra.

El asunto de la CNTE pudiera registrarse como un tema que pone a debate la gobernabilidad, pero no anula el pendiente en la impartición de justicia por los muertos de Nochixtlán, al que se suman los casos Tlatlaya, Ayotzinapa, las fosas clandestinas que encuentran los familiares de las personas desaparecidas y activistas sin capacitación especializada, empujados solamente por el dolor y la desesperación de no saber de sus seres queridos, los casos escandalosos de corrupción, de abusos policiales, de desapariciones forzadas y el manto de impunidad que cae sobre una gran cantidad de ellos, además de los capítulos que ponen muy en entredicho la ética del gobierno federal.

Ni quien niegue que el ecosistema político le está pegando a la economía, pero poco se va a resolver intentando ocultar el bosque magnificando el tamaño de un solo árbol.

ramirezmorales.pilar@gmail.com