Resignación es oriunda del municipio de Coatzacoalcos. Su vida cambió plenamente, cuando su esposo –el cual prestaba sus servicios en el Complejo Pajaritos ubicada en la ciudad de Coatzacoalcos- perdió la vida en la explosión en la planta Clorados III de Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV) el pasado 20 de abril del 2016 cuando derivado de una fuga de gas, lo que originó un estallido de varios kilómetros de radio y dejando como saldo a más 600 trabajadores muertos, aunque la cifra oficial diga lo contrario.

“El gobierno tanto federal como estatal mienten sobre el saldo de muertos. En la planta se encontraban muchos trabajadores (…) 600 más o menos, los cuales no pudieron reaccionar para ponerse a salvo tanto de la explosión como del incendio que se originó de ella (…) Mi esposo quedó irreconocible porque murió quemado y lo encontraron entre los fierros retorcidos en posición fetal (…) Jamás pude reconocerlo porque estaba totalmente calcinado (…) A mí me entregaron un cuerpo, sepa usted licenciada si verdaderamente era mi esposo porque los de la planta me insistían que si era él y yo me quise hacer a la idea que si era (…) No sé realmente, si al que sepulté era mi esposo o alguna otra persona”.

El gobierno vertía un saldo a modo. La Jornada en línea en su información emitida por su corresponsal Israel Rodríguez del 24 de abril del 2106 daba a conocer que la cifra oficial mantenía un reporte de 32 muertos y 26 de ellos, los cuales ya habían sido identificados por sus familiares y otros, determinados a través de pruebas de ADN. http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/04/24/identificados-26-de-los-28-muertos-en-pajaritos

Resignación actualmente trabaja vendiendo en las calles. Se dedicó a la venta de tortas y refrescos en diferentes puntos del municipio coatzacualquense, debido a que la empresa Mexichem no ha querido pagar las indemnizaciones de los muertos de ese fatídico día. “Yo tengo tres hijos. Al principio no sabía qué hacer pues mis hijos necesitaban les proveera lo que ellos necesitaban y que debido a la muerte de su padre, pues estaba en riesgo eso (…) Yo no trabajaba licenciada, mi esposo era quien nos daba todo lo que necesitamos (…) No pude ni llorarlo como se merecía, mis hijos me necesitaban y tenía que ponerme las pilas (…) Muchas esposas de otros compañeros tuvieron que dedicarse a limpiar casas; otras no, pues en su caso eran madres trabajadores también (…) A ellas les fue mejor”.   

A cinco meses de la explosión y justificándose Mexichem que su incumplimiento económico es a causa de las investigaciones que las autoridades están realizando, por ello el pago de las indemnizaciones a los dolientes es nulo. Además argumenta que muchos trabajadores eran empleados de empresas que le dan servicio a la compañía propiedad de Antonio del Valle Ruiz, -dirigida por uno de sus hijos, Juan Pablo del Valle Perochena-. Pese a que es considerado uno de los hombres más acaudalados de México –reporta la revista Forbes que ocupa la posición siete- este magnate se ha beneficiado por el manto de impunidad que le ofrece el gobierno de Enrique Peña Nieto para burlarse de las memorias de los trabajadores que perdieron la vida y de su familias. Los habitantes de Coatzacoalcos como los trabajadores conocen sobre la negligencia de la empresa, además también conocen sobre las condiciones tan deplorables que mantiene en todas las áreas, en donde cientos de trabajadores desarrollan su rutina laboral diariamente. La Planta Clorados III requiere que Mexichem invierta en infraestructura y maquinaria, además de mantenimiento constante en el equipo existente, acto que no realiza y por lo que originó una explosión en las dimensiones que se produjeron el pasado 20 de abril del año en curso.

El manto de la impunidad en México palpable y una recurrente acción. La corrupción permite, que personajes monopólicos puedan asesinar por negligencia sin consecuencias. Un factor que permite que los magnates como Antonio del Valle Ruiz utilicen a las personas como objetos y ante una situación tan alarmante como la que se vivió en el Complejo Pajaritos –donde murieron aproximadamente 600 personas y hubo un gran número de heridos- simplemente no les cumpla –o al menos todo indica que así pretende hacerlo- a las familias. No le importa que sus esposos, hijos, sobrinos, etc., trabajen en un campo minado sin ningún tipo de seguridad, pues sabe que Peña Nieto lo protege, porque es un gran negocio de ambos. Es la esclavitud en pleno siglo XXI.

La compañía del Valle Ruiz, logró por medio de juez cuarto de Distrito en materia Administrativa de la Ciudad de México, ampararse y lograr con ello se conozco la verdad histórica. El Grupo Radio Fórmula solicitó al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) que Mexichem hiciera público el contrato signado con Petróleos Mexicanos (PEMEX). “No queremos que la competencia conozca detalles de comercialización de Mexichem” fue el pretexto, pero sabemos que las razones por las que no permitirán dar a conocer el contrato, es porque en él se encuentra la cruda realidad sobre las condiciones laborales de miles de trabajadores. En el documento está redactada una de las pruebas fehacientes de las paupérrimas condiciones laborales y de explotación que el “magnate número siete” mantiene a su recurso humano.

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