Los presentes en ambas protestas son una mezcla entre ex policías estatales e intermunicipales, acompañando a ediles que vienen de municipios lejanos, genuinamente preocupados por su situación financiera, pero que son utilizados como carne de cañón de una protesta que a estas alturas no debería tener sentido: difícilmente el gobierno estatal que agoniza será rescatado por la Federación y ha sido el gobierno federal quien ya se ha sentado con representantes del gobernador electo para tratar el tema financiero.
Lo anterior se comprobó el viernes, cuando Yunes le dijo a los alcaldes/manifestantes que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, pretende que se soliciten créditos para que el estado salga de la severa crisis financiera en la que se encuentra, lo cual, dijo no hará.
En resumen: el gobierno federal ya trata el tema de la deuda con el gobierno entrante, no con el saliente, así que la bronca --quiera el gobernador electo Yunes o no-- tendrá que cargarla a su gobierno. Que la Federación tendrá que entrarle al paquete, es cierto: no puede el gobierno federal abandonar a Veracruz.
Luego entonces, los alcaldes sólo han estado siendo utilizados por Yunes Linares para sus propios intereses políticos. El gobernador electo sabía que una protesta de última hora sólo serviría para meter un pie en Palacio de Gobierno, y nunca para resolver el tema de la deuda.
Lo mismo pasó esta noche de domingo en Casa Veracruz: una reunión con el mandatario veracruzano que fue aprovechada por las huestes de Yunes Linares, encabezados por su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, para tomar posesión de dicha residencia con un discurso verbal violento. Ese fue siempre su objetivo, pues desde cuadras cercanas ya se veían operar a los grupos de choque alistados para el momento en que fueran llamados para cercar el inmueble.
El fondo en realidad no es la protesta: se usa a los alcaldes para tomar palacio y Casa Veracruz con un mes de anticipación… ¿La razón? Tal vez meramente simbólica; una forma de demostrar “que tiene el poder” (así como He-Man), pero no resuelve el fondo del problema: no hay recursos para los alcaldes, por más edificios que tomen.
Otro punto es que el tema de la protesta de los alcaldes que tienen tomado el Palacio de Gobierno no sólo ha perdido presencia en medios de comunicación, y la toma de Casa Veracruz ayuda en cierta manera a tener en la agenda mediático el teatro que traen los Yunes.
Por lo pronto, Flavino Ríos ya dijo que no le toma importancia a la toma de Casa Veracruz. Que si se quieren quedar ahí, que se queden.
Lo que será interesante será ver si las protestas continuarán incluso después de que termine este gobierno, pues se comenta que el pasado viernes el “gober ansioso” Yunes Linares fue a pedirle a los manifestantes en Palacio de Gobierno que mantengan la toma de Palacio de Gobierno, pese a que en la realidad no se vislumbra una solución financiera cercana donde él no sea responsable.
Otras fuentes comentan que los alcaldes ya también comienzan a presionar, castrados, pues tienen el tiempo encima para cerrar el año, pero también porque muchos distan de ser “luchadores sociales” y sí la de llevar una buena vida, en una casa bien hecha y no dormir en el piso. Los grupos de choque también comen, duermen, se bañan, cuestan y no dudamos que esos viejos policías estén cobrando muy bien para organizar toda la logística y seguridad de las protestas.
Y es que son de esos que no cambian y no hacen nada de a gratis. La demagogia de la lucha social, ese es un cuento que ya nadie se traga.
DESDE BARCELONA DICEN
“Cerrando exitosa gestión de cooperación del puerto de Barcelona y nuestro nuevo y eficiente puerto”… (no viene el que dicen que viene, pues)
EPÍLOGO
Vaya que el amiguito Yunes Linares le está saliendo muy caro a Osorio Chong. No sólo le tiene tomado edificios del Gobierno de Veracruz, sino que ya se le está trepando a las barbas… La otra es que también usará lo de Veracruz para sacar de la jugada a Meade, encargándole el tema del dinero para un estado que lo pide a sombrerazos.
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