En cuanto a funcionarios e interpósitas personas, enjuiciados por delitos patrimoniales y de diversa índole, la vox populi cruza apuestas y según la percepción popular, jamás se recuperará lo sustraído.
Comentan los veracruzanos que lo hurtado asciende a miles de millones de pesos. Cada quien le da vuelo a la imaginación a su gusto. Hay quienes hablan de cientos de miles de millones.
El quebranto económico real es de miles de millones de pesos, si sumamos lo atribuido a la irresponsabilidad y voracidad de los funcionarios involucrados, con sus respectivos prestanombres, y lo perdido por su ineptitud en el manejo inescrupuloso del patrimonio de los veracruzanos.
Pronto serán aprehendidos los autores del saqueo. Alegarán inocencia, pasarán días, meses y años. Unos quedarán en libertad antes que otros. Al final, las inmensas fortunas acumuladas por estos vivales no serán recuperadas del todo.
Me atrevo a anticipar que no reintegrarán ni el 10 por ciento de lo robado. Sobran ejemplos. Ahí tenemos a Raúl Salinas de Gortari, aquel famoso hermano incómodo del ex presidente de la república. Resultó “incólume” después de varios años en prisión. Sólo faltó que le ofrecieran disculpas.
Miguel Ángel Yunes Linares advirtió con dedo flamígero que el primero de diciembre, cuando tome posesión del cargo, revelará datos que “cimbrarán” al país. ¿Qué puede ser? Nada que los mexicanos no supongamos.
Acaso aportará pruebas de lo ya denunciado. No más. ¿De los nexos con el crimen organizado? ¿De aportaciones en efectivo a políticos del más alto nivel?
Con el 10 por ciento de las fabulosas fortunas que se incautara a ex servidores públicos ladrones, sería suficiente para que Veracruz saliera del atolladero en que se halla inmerso. |