¿Por qué el estado de Veracruz fue excluido del Decreto por medio del cual se otorgan diversos beneficios fiscales a los contribuyentes de los estados petroleros de Campeche y Tabasco, publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 11 de mayo de 2016? ¿Será por qué Somos el ejemplo nacional de corrupción y de soportar a esta pandilla de ladrones que llegaron hace 12 años?
Mientras surgen por doquier huellas de la corrupción del Gobierno Estatal durante los últimos doce años, también cunde en todo el territorio veracruzano las manifestaciones de hartazgo de la sociedad motivada por azote de la delincuencia, el desempleo, corrupción gubernamental, pobreza y desabasto de insumos, materiales y medicinas en las clínicas y hospitales de SESVER, entre otros males. Asimismo se presenta un justo reclamo de las autoridades municipales que exigen lo que por derecho les corresponde, fueron despojados de sus participaciones y aportaciones federales, violando flagrantemente la Ley de Coordinación Fiscal y demás leyes aplicables. Pero mientras estos acontecimientos suceden, la economía de Veracruz se derrumba ante la indiferencia de nuestras autoridades del orden federal y estatal, especialmente me refiero las actividades del Sector Secundario, que incluye los grandes agregados de industria extractiva, electricidad, construcción y manufacturera. El derribe del actual valor de nuestra producción industrial, corresponde a lo observado en el año 2006. Un salto para atrás de 10 años, una autentica maldición gitana nos afectó.
En el tenor de lo antes expuesto, las consecuencias obvias se reflejan en el número de trabajadores ocupados en el Sector en comento. Para ilustrar los daños causados por esta recesión económica de los últimos 4 años, utilizare las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), realizando un comparativo del cuarto trimestre del 2010 al segundo trimestre del 2016, justo el periodo de la actual administración del Gobierno Estatal. Y para hacer un lado la ocupación informal, utilizaremos la información del rubro “Trabajadores subordinados y remunerados”. Recuento de daños del Sector objeto de análisis de estas tres últimas colaboraciones: observa en su conjunto una disminución de 62 mil 320 trabajadores, que representa el 13.3 por ciento de la cifra de la cual partimos (cierre 2010 467 mil 877), pero si lo comparamos con el cierre del año 2012, la caída es más pronunciada que asciende a menos 86 mil 676 obreros. Sin embargo si espulgamos por actividad, las manufacturas con corte al cierre de 2012, la disminución es más aguda de menos 50 mil 018 personas ocupadas en las fábricas y representa el 22 por ciento de menos. En palabras sencillas por cada 5 trabajadores, más de uno perdió su empleo y con ello la esperanza de una vida digna. En las actividades de minería y electricidad, donde están los mejores salarios, el saldo de la actual administración del Gobierno Estatal es de menos 11 mil 966 trabajadores, que significan el 27.2 por ciento y para cerrar el cuadro, la construcción tiene menos 41 mil 693 obreros dedicados a esta noble tarea, que tiene un peso de menos 17.6 por ciento de la cantidad registrada al cierre del 2010 (236 mil 504), a pesar de una mejoría que se aprecia en los dos trimestres del 2016, producto del arranque de las obras financiadas con recursos federales, principalmente en nuestros tres puertos. Cuatro años de retroceso económico en términos per cápita, ante una burocracia estatal más preocupada por los moches y el lavado del dinero mal habido, que por el bienestar de sus gobernados. Somos el ejemplo nacional de corrupción y de soportar a esta pandilla de ladrones que llegaron hace 12 años.
De las tantas preguntas que surgen, la primera es: ¿Por qué el estado de Veracruz fue excluido del Decreto por medio del cual se otorgan diversos beneficios fiscales a los contribuyentes de los estados de Campeche y Tabasco, publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 11 de mayo de 2016? Si como en los considerandos del antes mencionado Decreto, refieren que la crisis económica de estas entidades federativas es por el declive en la producción petrolera, y la fuerte caída de los precios internacionales del crudo, que ha incidido negativamente en la actividad económica. Puntualmente hemos dado cuenta que hay una fuerte caída de las actividades relacionadas con la industria petrolera, repercutiendo negativamente en el volumen y calidad del empleo de la región norte, centro y sur de Veracruz. Claro para exigirle a la Federación este tipo de apoyos, que incluyó un programa emergente de ocupación, se tiene que tener las manos limpias. Espero que la nueva administración estatal dialogue con la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, Economía y la del Trabajo para una pronta atención que agobia a Veracruz, que tanto ha sido objeto de explotación por parte del Gobierno Federal, de lo contrario habrá otra sorpresa electoral en el año 2018, que está a la vuelta de la esquina. |
