Ahora es Catemaco, quien le sigue pegando a la imagen del moribundo Gobierno Duartista, son los diferentes sectores de la sociedad de este paradisiaco municipio quienes ante la ausencia de una verdad clara, sobre los hechos violentos que se desarrollaron en esta población, hoy  los Catemaqueños, especulan sobre los motivos o razones que orillaron a los inconformes a incendiar el palacio municipal.

El grupo que se autonombra gobierno autónomo indígena vándalos extremistas que aprovecharon la desaparición del sacerdote, José Luis Sánchez,  quien fue levantado por desconocidos en su domicilio particular, para bloquear la carretera federal y destruir gran parte del inmueble del palacio municipal, así como las instalaciones de la oficina de la Comisión Federal de Electricidad.

El fracaso del gobierno estatal y el reglón de seguridad pública, fue claro, al no lograr controlar el caos de inseguridad que se vivió en el primer cuadro de la ciudad, es mas no pudieron iniciar sus estrategias de seguridad, para rescatar al sacerdote José Luis Sánchez Ruiz, quien a las veinticuatros horas de que se desarrollara estos despediados hechos vandálicos  en el centro, apareció el presbítero vivito y coleando.

El saldo de Catemaco, fue totalmente negativo, para la imagen del gobierno municipal de Jorge Alberto González Azamar, el cual está por el suelo, organismos religiosos y políticos, cuestionan su mandato ante la ola de inseguridad que se está viviendo en este municipio, las estadísticas que se tiene en la Secretaria de Seguridad Publica, hablan de este penoso asunto.

Estos lamentables sucesos ayudaron grandemente a la caída súbita del turismo, una de las principales actividades de este empobrecido municipio que en este cuatrienio municipal, no ha avanzado en cuestiones sociales, pero si en política personal del alcalde Jorge Alberto González Azamar, quien no quiso o pudo convencer a su compadre el ex gobernador del estado, instalara en este municipio fuentes de empleo o bien el real aprovechamiento de los recursos naturales de la laguna de Catemaco

Lo cierto es que el alcalde, Jorge Alberto González Azamar, tendrá que cambiar su política o lo sacaran a empujones del palacio municipal, porque su política arcaica y de chingaquedito, está impidiendo que crezca y se desarrolle su patria chica Catemaco.

Servidos Señores.

Esta historia continuará.