De ahí que hay que aprovechar la oportunidad y ejercer derechos y libertades. Empezando por informarse y asumir las responsabilidades.
Hay que participar o participar, no hay de otra. No necesaria y mucho menos obligadamente a favor y en abuso de servilismo y abyección; tampoco, con crítica y rechazo automático e infundado.
Toda contribución ciudadana y social ayuda a la solución. Probado está que silencio, desinterés y pasividad conducen a fomentar y apoyar ineficiencia y delincuencia gubernamental, a fortalecer impunidad.
Gobernar al gobierno es derecho y obligación de toda Democracia.
ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS, DE MAL EN PEOR.
El desastre financiero crece; y lo más grave, las lecciones no se aprenden, asimilan y aplican. Administración y finanzas oficiales siguen siendo atendidos y manejados con ineptitud, mediocridad y corrupción.
Hasta hoy, en el sexenio que concluye, ya son 7 Secretarios de Finanzas y el problema aumenta. Ya son 7 usuarios de “la licuadora”, que se siguen en más de lo mismo, pues no saben de otra. Costos de ignorancia y costumbre, de comodidad, mediocridad y perversidad en los cargos.
Pensemos antes de caer en tecnocrático discurso, o en adormecedor mensaje oficial del “todo va a salir bien”.
Para empezar, sigue sin explicarse cuánto llega y en qué se gasta; que no se dispone de todo lo que se anuncia; y de lo disponible, primero se paga a quien manda. La “licuadora” no se detiene; simplemente porque a quienes beneficia, así conviene.
Lo más importante sigue ahí, sin entenderse ni atenderse.
Tanto el conocimiento actualizado y completo de la problemática administrativa y financiera, como las nuevas formas de legitimar todos los actos de gobierno.
En particular, me refiero a la urgente e imprescindible, más y mejor participación ciudadana y social; la transparencia real y el verdadero acceso a la información oficial; la puntual rendición de cuentas y su efectiva fiscalización; la evaluación social permanente y la retroalimentación para consolidar, fortalecer, o modificar.
INSTRUMENTOS DE COCINA Y DEL SAQUEO.
Uso y abuso de la famosa “licuadora”; de la lavadora y planchadora del ORFIS y la Contraloría, con su contabilidad a modo o a “la carta”; y la encubridora “omisión” (que no Comisión) de vigilancia del Congreso, famosa por sus discapacidades: no ve, no oye, no encuentra nada.
Destaca, que siguen a cargo de las finanzas públicas, excepciones aparte, el mismo tipo de usuarios y beneficiarios, buenos solo para gastar y gastar; o recortar y sacrificar a los de abajo.
Intocables y reciclables, acostumbrados beneficiarios de opacidad, perversidad, complicidad, ineficiencia y delincuencia gubernamental, así como de continuidad de la impunidad.
Por lo pronto sigue sin saberse dónde pararon cientos de miles de millones de pesos; algunos miles de millones, simplemente desaparecidos.
Tampoco se sabe la magnitud y complejidad del problema, pero sí que se padecen muchas de las consecuencias y crecen limitaciones y sacrificios del pueblo.
En todo caso, lo que quieren es más dinero, rescate, apoyo o deuda.
Se desconoce el tamaño del daño, parte central de dicho problema financiero; pero eso sí, siguen la misma forma de pedir más y usar más recursos públicos, el mismo procedimiento de gastárselo, y hasta aumenta la cantaleta de siempre, de que no hay recursos; pero eso sí, se sostiene la decisión de no informar del problema y, al mismo tiempo, de escandalizar y hasta exagerar, para que se les dé más y la licuadora siga funcionando. Qué curioso se tiene remedio y solución a lo que no se conoce.
¿Qué tantos beneficios les trae, a los que manejan soluciones anticipadas?
Cuento de nunca acabar. Primero mal administran esos escasos y valiosos recursos públicos y hasta los desaparecen, reorientan o se quedan con buena parte de ellos; y luego, quieren más, piden más, exigen más dizque para rescatar, salvar o enfrentar la insolvencia, desastre o quiebra o de la administración pública estatal. O lo devastado que está el Estado.
Y hay que insistir. Que curioso, no informan ni se informan. No hacen público, no quieren saber y precisar monto y composición del problema, del destino del saqueo y la lista completa de beneficiarios. Tampoco precisan, ni les importa informar en que se va a gastar, mediante un programa o estrategia concreta, bien estructurada, de objetivos precisos y metas claras. Pero eso sí, tienen prisa para hacer lo mismo, ante inocultable situación de quiebra financiera.
SIMULACIÓN NO ES SOLUCIÓN.
Urge detener daños, pérdidas y retrocesos. Atender la creciente inconformidad y protesta ciudadana y social, antes de que desemboque en violencia y estallidos populares. Preciso encontrar soluciones y no evasiones, ni posposiciones y simulaciones.
No más limitaciones y sacrificios a los de siempre, a la mayoría de la gente, al pueblo en general.
Ante nuevas y adversas condiciones, irresponsable no hacer nada; contraproducente hacer lo mismo; y fatal, equivocarse y persistir en errores.
Indispensable considerar las condiciones adversas que crecen y se fortalecen, contra la economía mexicana y la veracruzana.
¿Se salva un municipio hundiendo a un estado, se salva a un estado hundiendo al país?
Nueva realidad que no se debe ignorar, como lo expresado recientemente, por el Presidente Peña a todos los gobernadores. “El Gobierno de la República no puede sustituir o reemplazar lo que está en alcance a las atribuciones y responsabilidad propia de cada uno de nuestros gobiernos estatales... tiene capacidades y alcances limitados. No podrá sustituirse lo que hace a la tarea y responsabilidad propia de cada gobierno. Todo gobierno, y más cuando se dan los revelos dentro de nuestra democracia, se asume desafíos, retos, y uno es el tema financiero. El Gobierno acompañará con amplia disposición los esfuerzos propios...”.
Quien quiera oír que oiga…
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
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