Sé de ante mano que es un término muy fuerte, pero no encontré uno más apropiado que el de “prostituto” para definir a un joven que envilece y degrada la política como lo hace el ex diputado local del PRI, Octavio Pérez Garay quien ahora de manera independiente aspira a la alcaldía de San Andrés Tuxtla con el respaldo de su madre la ex alcaldesa y ex diputada, Marina Garay Cabada, así como del diputado federal priista Jorge Carvallo Delfín.

 Hace poco cuando chocó con el ex presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Amadeo Flores Espinosa y renunció a dicho instituto político afirmando que no podía seguir militando en un partido “que perdió el rumbo”, Pérez Garay se ufanó también que se iba del PRI porque es un partido que se niega a limpiar “la mancha de la corrupción”.

 ¿What? ¿qué cosa? Es muy cierto que cae más pronto un hablador que un cojo y es que me sorprende que el tuxtleco adalid de la lucha contra la corrupción, sea el mismo que ahora viola, pisotea y trasgrede la ley electoral que prohíbe actos anticipados de campaña.

 Por Facebook, Twitter, WhatsApp y otras redes sociales ya es viral un video a través del cual la profesora, Julia Vera Villanueva, directora de la escuela primaria Amado Nervo, clave 30EPR1908G, de la comunidad Xoteapan, del municipio de San Andrés Tuxtla revela que le solicitó 60 metros cuadrados de piso para la escuela al Tavo Pérez Garay y esté le dio el material de inmediato, pero a cambio le pidió que los padres de familia avalen su candidatura con las copias de su credencial de elector, ya que necesita “al parecer” cinco mil firmas para registrarse formalmente.

 La profesora afirma además que lo mismo les pidió Pérez Garay a los directivos y padres de la secundaria y del kínder de esa localidad. Ojo, mucho ojo, si otros de los aspirantes a ocupar la silla embrujada de alcalde, pueden echarle abajo su candidatura, porque aquí y en China la entrega de apoyos es proselitismo y cobrar el favor requiriendo copia de credenciales para elector, ante la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) puede ser tipificado como delito grave. El referido video puede ser consultado en https://www.youtube.com/watch?v=mkcFf_UUJn8&feature=youtu.be.

 En la tierra de bruj@s, de tlatoanis, de emperadores, reyes, virreyes y un chingo (léase muchos) de caciques, todos los grupos se sienten dueños, ya no del pueblo, sino hasta de la voluntad de los electores y se quieren pasar de listos cambiándoles su oro por espejitos, pero para un cabrón, cabrón y medio y en esa línea los tuxtlecos se pintan solos ¿o que no?

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 ¡Tómala barbón! Y al director del Colegio de Veracruz (COLVER) lo agarró el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares con los dedos en la puerta y por andar exigiendo el pago de salarios de los trabajadores y de las becas de los alumnos, que le van refrescando la mmm...emoria. El jefe del ejecutivo del estado informó al respecto que no se ha pagado en el Colver porque están investigando ciertas irregularidades y se están haciendo ajustes administrativos. Ayer nos enteramos que Vázquez Muñoz recibe una “gratificación” mensual de 92 mil 650 pesos, además, hay quienes cobran como maestros de tiempo completo en la UV y también en el Colver. ¿Entonces cómo le hacen para estar de tiempo completo en dos lugares distintos a la vez? Y tan solo en el Colver cobran 50 mil pesos. Sí, leyó usted bien, 50 mil pesos, más lo que perciban en la Universidad Veracruzana. Aquí habría que preguntarle al director de la institución ¿y dónde están los pilotos...aviadores? En realidad esto nos hace pensar que se trata de sanguijuelas incrustad@s en la nómina que cobraban sin devengar esa jugosa y nada despreciable suma. Lo bueno que ya los descubrieron y como les gusta tanto la aviación, lo menos que esperamos los veracruzanos es que el gobernador los mande a volar para siempre.

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 No es una novela como la de Fiódor Dostoievski. La que escribimos muchos hoy en día, es la pura y cruel realidad en nuestro querido estado. Este lunes fue de serias, crueles, hirientes revelaciones que brotan como la pus, viscosa, amarillenta, opaca, hedionda y que hace que la herida duela a profundidad.

La investigación de un laboratorio contratado por el gobierno del estado concluyó que un medicamento que se suministraba como quimioterapia a niños con cáncer, era prácticamente agua destilada. El gobernador calificó el hecho como un pecado, un atentado con la vida de los niños, para mí es un crimen con todas las agravantes: premeditación, alevosía y ventaja.

Un crimen que merece castigo y un castigo ejemplar. No sé si fue Javier Duarte de Ochoa o Ricardo Sandoval Aguilar, ex director administrativo de los Servicios de Salud o Fernando Benítez Obeso, ex secretario de Salud en el estado, o solo los dos primeros, o los tres en su conjunto, pero no tienen perdón de Dios y menos de nuestra parte al haber planeado y simulado la compra de “medicamentos” inservibles. Aquí, se los aseguró, sí hubiera servido más una aspirina contra el cáncer, que las porquerías que adquirían a precios millonarios y que no curaban pero ni una cruda.

Dice un pasaje bíblico: ““Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!". No lo decreto, pero estoy casi seguro que ante tal crimen, el castigo será ejemplar y no tanto el mundano como el divino, tiempo al tiempo.

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