Puede que me califiquen de mal pensado, pero la visita que realizó a Veracruz este jueves el Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, no tenía como principal motivo, desde mi punto de vista, explicar al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares los avances en la construcción del nuevo Puerto de Veracruz, pese a que se instaló en el área del norte de la ciudad en que se erigen las nuevas terminales marítimas una serie de mamparas para que los subsecretarios de SCT mostraran las maravillas que construye la Federación en materia de comunicaciones.
Y Yunes Linares lo sabe. Por eso no se contentó con acompañar al abogado mexiquense en su periplo por el puerto y obtuvo una posterior audiencia privada en que le expondría las necesidades de Veracruz, donde todas las carreteras y autopistas federales se encuentran prácticamente destruidas, vaya, como si hubieran sido bombardeadas por una fuerza aérea enemiga.
¿A qué vino entonces Ruiz Esparza? A hacer ruido mediático en torno a una obra, de las miles que su dependencia realiza en el Estado de México (que incluye el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México), para ver si pueden generar una actitud positiva hacia el PRI en los mexiquenses que, en junio próximo, elegirán al sucesor del gobernador Eruviel Ávila Villegas: el tren interurbano Toluca-Valle de México.
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En efecto, el grupo de mexiquenses que tienen copado el gobierno federal está preocupado por cómo se den las cosas en el Estado de México, la entidad con el mayor número de ciudadanos empadronados con credencial para votar. De los resultados en junio próximo dependerá de que el PRI conserve la joya electoral de la corona, con la posibilidad –ciertamente remota– de en 2018 lograr mantenerse en Los Pinos.
Caballero grandes cruces de la Orden de Isabel la Católica, Gerardo Ruiz Esparza acudió con todo su equipo al Puerto de Veracruz, al viejo, el que será sustituido el próximo año según sus cálculos por el nuevo, que tendrá una capacidad cuatro veces mayor, pero a recibir los vagones del tren que es considerado como el primer ferrocarril de alta velocidad en América Latina, que dará servicio a 230 mil pasajeros al día, que se necesitan transportar entre el Valle de México y la zona metropolitana del Valle de Toluca.
Con una longitud de 57.7 kilómetros, la SCT busca poner en servicio este tren lo más pronto posible. Aunque está previsto que empiece a funcionar en 2018, lo más seguro es que busquen impactar a los mexiquenses con la imagen de los trenes construidos en España, y harán todo lo posible por apresurar los trabajos, aunque también depende del gobierno de la Ciudad de México.
Luego, en efecto, acudió al área en que se construye el nuevo puerto marítimo, donde explicó muchas cosas que ya sabemos los veracruzanos, en torno a los avances en la construcción del puerto y en la de autopistas que permitan unir a los puertos de Veracruz y Tampico, en particular el tramo Cardel-Totomoxtle, y el de Tuxpan a Ozuluama. Estas obras buscan enlazar por vía terrestre a los puertos de Veracruz, Tuxpan y Tampico.
Permítame, dijo Miguel
Pero el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares tiene prisa. Solo estará en el cargo dos años y no es que sea irrespetuoso pero debía aprovechar la visita, el encuentro cercano en su territorio, con el titular de la SCT, para poner en claro las carencias, el abandono, el olvido en que el gobierno federal tiene a las vías de comunicación terrestre y que han permitido que algunas autopistas, como la que va de La Tinaja a Coatzacoalcos, tengan ‘déficit de atención’, según la expresión de uno de los subsecretarios, corregido por Yunes, quien le dijo que estaban destrozadas.
Apenas el 13 de diciembre pasado, Yunes Linares se quejó de que, mientras a Veracruz se le niega toda ayuda, a Oaxaca le fueron autorizadas más de 3 mil 300 plazas incorporadas a la nómina federal así como cantidades multimillonarias al Estado de México para obras. “Los veracruzanos tenemos el mismo derecho que tienen los habitantes del Estado de México a participar de los recursos del Gobierno Federal, vamos a exigir que esto se cumpla”.
Y públicamente hizo la relación de las peticiones, por si Esparza no se daba tiempo para reunirse en privado para conocerlas a detalle y establecer compromisos. La principal, la conservación de carreteras que conducen al sur de Veracruz, en particular el tramo La Tinaja-Cosoleacaque, que está prácticamente destruido, al igual que el tramo Minatitlán. También pidió que se concluyan algunas obras que se empezaron, como el acceso a la Administración Portuaria Integral de Coatzacoalcos.
Llamó la atención la petición de que los nueve puentes administrados por Caminos y Puentes Federales de Ingresos (CAPUFE) pasen a ser administrados por el gobierno estatal y que los recursos obtenidos los pueda invertir en obras de infraestructura. Otros puntos fueron la ampliación del tramo Tamaca-Cabeza Olmeca y que la APIVER colabore en la remodelación del bulevar de Veracruz, con miras a la conmemoración del V Centenario de la fundación de la ciudad.
¿Qué responderá el gobierno federal, a través de la Secretaría de comunicaciones y Transportes, a las peticiones presentadas por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares? Ya nos comentará el gobernador, porque tras el evento en la zona del nuevo puerto, los funcionarios encabezados por Ruiz Esparza se subieron atropelladamente a sus camionetas y se retiraron.
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