Preocupa además, que esté a punto de aprobarse el endeudamiento más caro en la historia de las finanzas del gobierno del estado, para mal sobrevivir, que no superar la emergencia financiera, solo por dos años y después que paguen los que vienen.
Conmueven patéticos pleitos, por lograr algo de lo poco que se va a obtener con el dispendioso endeudamiento reestructurador.
Inocultable, continúa la política “duartista” de gastar y endeudar. Reestructurar cuesta…y mucho. Y hay que insistir, que no es la única alternativa de solución.
Termina la entrega recepción que, hasta hoy, solo conocen los que reciben, pero que están obligados a transparentar e informar; y, en su caso, a denunciar responsabilidades, o a iniciar complicidades.
No hay excusa ni pretexto. Ineludible cumplir con la ley, para en forma objetiva, clara y actualizada, saber de cada dependencia su situación y del resultado, de la entrega recepción.
Sin duda, es enorme el desastre encontrado y recibido, por el nuevo gobierno; mismo que afecta y condiciona su capacidad de respuesta y de atención a los veracruzanos. Preciso saber, ¿hasta qué grado y proporción se llegó? ¿A qué áreas de gobierno afectó más y a cuáles menos?
Indispensable determinar monto total de daños y pérdidas, atribuibles a los que se fueron, para ponerlos frente a la Justicia.
Pero sobre todo para garantizar recuperación y reconstrucción institucional; y, desde luego, para evitar que se continúen o acentúen errores, improvisaciones, ocurrencias, así como malas y peores decisiones.
Costoso e imperdonable no aprender de lo que se padece; pero más, no evitar continuar con aquello, que tanto se cuestionó y criticó. No más daños y pérdidas.
TERRORISMO INFORMATIVO, FRENTE A REALISMO DE CIFRAS.
Preciso dejar bien claro, que son imprescindibles soluciones viables, inmediatas y pertinentes, para rescatar y fortalecer a Veracruz con amplia participación ciudadana y social.
Se debe insistir, que no hay información disponible, suficiente y pertinente al respecto. Los obligados a informar no cumplen con la ley; y desventajosamente obligan, a quienes se preocupan y ocupan de estos asuntos a utilizar, integrar y asociar la poca información disponible.
Y también a incorporar, incuestionables experiencias y resultados de operaciones financieras similares, que en su mayoría han resultado más caras de lo que se dijo, aseguró o autorizó en su momento.
Punto a favor del gobierno de la alternancia, admitir que hay casos, como los ahora reconocidos empréstitos “desaforados” o “sobre garantizados” que sobre-comprometieron “participaciones y otros fondos federales”, que ya afectan o ponen en peligro el funcionamiento del gobierno del estado. Pero la pregunta y preocupación central hoy es, ¿no se estará repitiendo y hasta profundizando el costo total o resultado final, con tasas de interés y costos a la alza, solo para obtener mínimos resultados?
1.- Al endeudar más, no se cumple con el 117-VIII de la Constitución General, cuando no se trata de obra pública ni de inversión productiva.
2.- Para empezar, un punto de referencia disponible hasta el momento, es que se pretende liberar, obtener o recuperar, de 4 a 6 mil millones de pesos al año, aminorando sobrecargas o garantías.
3.- En cuanto a gastos, se pretende pagar de entrada, poco más de mil millones de pesos, el 2.5 % de 42 mil millones, para cubrir dispendiosos gastos y costos de contratación, del negocio de reestructuración.
4.- Respecto a los intereses, se pretende también disminuirlos, del 7.2% promedio que se paga, esto es más de 3 mil millones de pesos al año por este concepto. Mismos que se propone, solo liquidar estos dos años, antes de empezar también el pago de capital que se convenga.
Con dicha reestructuración se dice, lograr una tasa de interés menor, para un plazo mayor; se propone también redistribuir carga a otros fondos federales, para liberar participaciones.
Lo cual no es plausible, ya que el Banco de México continua con su política de elevación de tasas de interés, ya va en 6.25% y se espera que en unos meses rebase el 7% y hasta pueda llegar este mismo año a 8%, sobre todo si las presiones de la devaluación y las inflacionarias siguen presentes.
La afectación a los mercados financieros, bancario y de valores es comprobable. Intereses y “UDIS” están a la alza. Además, hay que considerar, que las “Calificadoras” no han mejorado la calificación de Veracruz.
Y, en el caso de afectaciones a otros fondos federales, para liberar participaciones, es imprescindible obtener el respaldo o aprobación de la Secretaria de Hacienda (SHCP). Recuérdese que se debe cumplir con la legislación financiera federal y estatal al respecto. Cuando menos, lo relacionado con el capítulo V de la ley de coordinación fiscal que define alcances, limitaciones y usos de las aportaciones federales; y desde luego, lo relativo a la ley de disciplina financiera.
5.- En todo caso, antes de dar una autorización abierta (o “cheque en blanco”); atendiendo a la complejidad de la deuda contratada y de la onerosa reestructuración misma, lo más recomendable es presentar a autorización caso por caso, o establecer condiciones-límites claros que garanticen objetivos y metas razonables, que no eleven deuda o exageren costos de contratación.
Imprescindibles, cuando menos, tanto información actualizada, como análisis comparativo, corridas financieras y costo total por plazo y deuda, para determinar costo beneficio de reestructuración total, tanto bancaria como de valores.
Hipótesis: no vale la pena reestructurar, a costos tan elevados en relación a lo poco que se puede obtener; para en dos años empeorar más y por un plazo mayor.
¿El plan es endeudar más? A todos afecta; pero más a los que no han nacido.
Necesarias buenas soluciones. Bienvenidos dialogo y debate públicos.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez |