Si bien continúan algunos intentos de cambio en contada áreas del gobierno estatal, por desgracia, es notorio que en general se persiste en más de los mismo y peor.
En particular, preocupa que se siga la política financiera “duartista”, de reestructurar la deuda pública bancaria y de valores, aun sabiéndose que no es, ni ha sido la solución y que haya otras alternativas.
Inminente aumento de costo total a pagar, por ampliar más de diez años la mayoría de los créditos.
Hay que refrescar la memoria, para no caer en el recurrente y costoso error, que se insiste en imponer.
RECUENTO Y REENCUENTRO DE DAÑOS.
Para no ir muy lejos, tanto en 2016, como en 2015, 2011 y otros años, se ha padecido la misma discusión, sobre la misma enfermedad, del descontrolado e injusto endeudamiento gubernamental en aumento.
Y se ha impuesto también igual solución, semejante y caro remedio, que termina fortaleciendo, aún más, ineficiencia y delincuencia gubernamental.
Curioso que no se recuerde, ni se aprenda de estas costosas experiencias. Raro que no se habla de errores, pérdidas y sacrificios sociales que ocasiona o trae consigo, el redituable negocio de imponer, reestructurar y refinanciar deuda gubernamental. ¿Por qué no hay ninguna evaluación pública?
La misma y repetida historia. No aprendemos, ni evitamos renovar los desastres todavía vigentes.
Recuérdese lo difundido oficialmente y compárese con niveles de deuda pública y saqueo alcanzados. Chéquense fuentes y notas informativas objetivas, sobre el tema. Como la de Jair García, que ha sido ampliamente consultada y citada. He aquí, una de sus partes:
El responsable de las finanzas en 2011, Tomás Ruiz, “…reconoció que para hacer frente a la deuda existente era necesario reestructurarla a través de un financiamiento que se pagará durante los próximos 30 años, para lo cual la actual administración estatal y las que le sigan habrán de destinar 4 por ciento del presupuesto para pagarla…Explicó que actualmente, en México las tasas de interés se encuentran en el nivel más bajo de la historia, razón por la que era conveniente aprovechar esta situación para reestructurar la deuda, que permitirá brindar una condición más holgada al gobierno estatal, para llevar a cabo obras y programas de índole social, así como atender los sectores de seguridad pública y fomento al empleo…reiteró que el primer objetivo que se busca es el ahorro. “Consideramos que esta reestructuración, dadas las condiciones que existen en el mercado financiero, nos va a permitir un ahorro de alrededor de 8 mil millones de pesos”… Dijo que con esta acción legislativa se van a liberar más recursos que van a permitir mayor inversión, y más empleos. “Se trata de una pieza clave en el reordenamiento, de disciplina presupuestal”, indicó.
Aseveró que definitivamente es una iniciativa con gran perspectiva social, porque el propósito es beneficiar a la gente, a los veracruzanos…“Es lo que busca el gobernador Javier Duarte y para eso ha aprobado el Congreso esta reestructuración que libere recursos y que nos permita invertir más en la gente”. (LaJornadaVeracruz.290711).
No es necesario ser experto financiero, ni tecnócrata o economista, para opinar y participar en el tema, que es antes que todo, un asunto público que exige de los gobernantes y funcionarios, ineludible responsabilidad, comprobada congruencia y sustentada legalidad.
¿Por qué no hay ninguna evaluación pública?
Resultado para Veracruz, ni obras públicas, ni inversiones productivas, ni ahorro, ni empleos, ni nada….solo más limitaciones y sacrificios de injusta experiencia, padecida y repetida.
No aprendemos. Endeudarse y saquear, ha sido y es, lo más fácil para gobiernos federal, estatal y municipal.
Sobre todo, porque no les interesa detener el enorme y descontrolado gasto y saqueo; y eso sí, dispuestos a sacrificar de antemano a los no presentes, a los que no han nacido.
Hasta hoy dígase lo que se diga, los hechos demuestran que no saben otra cosa que gastar y endeudar. Entre más gastan más deben; y entre más deben, más piden. No tienen llenadera.
Obligado callejón sin salida, la costumbre de posponer y no resolver. Inducida y convenenciera imposición, como solución única, obligada o ineludible. Exageración afirmar que no hay de otra. Desde luego que hay más soluciones.
El problema del sobre endeudamiento gubernamental y el saqueo, son los políticos, partidos, gobernantes y servidores públicos, apoyados por supuestos expertos financieros, a los que poco o nada importa, deteriorar, limitar y excluir a una población creciente y demandante de servicios públicos. Y también son responsables ciudadanía y sociedad, desinteresadas y pasivas.
Lo peor, el futuro ya nos alcanzó, se acumulan consecuencias y hacen crisis; más cuando, gasto rebasa a ingreso y aumentan déficits presupuestarios.
Cómoda y provechosa actitud de responsables oficiales, que ante lo conocido y padecido, imponen más de lo mismo y peor.
SIN DEFINICIÓN, ESTRATEGIA, NI INFORMACIÓN.
En todo caso, hay que resaltar, que hasta el momento no hay una definición clara de la emergencia financiera; ni se conocen detalles, objetivos y metas, medios y acciones, de la estrategia gubernamental a seguir; y para desgracia, tampoco hay transparencia y acceso a la información, de éste y muchos otros temas oficiales.
Trasciende también, que es injustificable encubrir a responsables y prófugos potenciales, conocidos exfuncionarios, exsecretarios y ex contralor del “duartismo” y otros causantes del desastre gubernamental.
Incluyendo a los “enfuerados” que, en el Congreso local, están prestos y más que dispuestos a pactar, aprobar y apoyar lo que sea, para no enfrentar a la Justicia.
A cantidad, plazo, interés y urgencia mayores, más grandes serán los beneficios de instituciones financieras; de sus intermediarios y gestores; y de quienes manipulan limitaciones, pérdidas y sacrificios de los veracruzanos de hoy y del futuro que, como siempre, acaban pagando los daños.
Mayores plazos para extender la deuda pública, y hasta de eternizarla.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
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