Aunque recurrió al mayor número de artimañas y acciones fraudulentas en el Estado de México que, hasta el momento, le mantienen con el triunfo de su candidato a Gobernador Alfredo del Mazo Maza, lo cierto es que en los comicios de este año, ocurridos además en los estados de Coahuila y Nayarit (para Gobernador y Congresos locales) y de Veracruz (para ayuntamientos), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) acumula una cantidad de votos que no permiten predecir su clara derrota en 2018, como todo mundo le augura.

Según el dato acumulado de los cuatro estados, cuyos ciudadanos acudieron el 4 de junio pasado  a las urnas, el PRI ha quedado en la punta, con cerca de medio millón de votos más que Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido que llevará a Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial en 2018. 

En efecto, según datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el PRI habría acumulado en los cuatro estados 3 millones 64 mil 662 votos, mientras que su más cercano competidor, Morena, habría cosechado 2 millones 505 mil 97 votos. 

Respecto al Partido Acción Nacional, que en Veracruz tuvo el mayor número de municipios ganados, la diferencia a favor del tricolor es de más de un millón de votos, al reunir en los cuatro estados 1 millón 896 mil 367 votos, mientras que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) marcha en cuarto lugar, con 1.7 millones de votos menos que el PRI.

Si bien, reunidos los votos  del PAN y el PRD, en una posible alianza como la que fraguaron en 2016 y 2017, logran superar a los priistas por casi 200 mil votos, hay que considerar que en la batalla presidencial del próximo año el PRI buscará sumar a sus tradicionales aliados, como el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), con la posibilidad de que se sume el Partido Encuentro Social (PES), con lo que salvaría esa diferencia.

En este espacio comentamos ayer sobre la dificultad que enfrentará el partido del presidente Enrique Peña Nieto para mantener el poder en la Presidencia de la República por seis años más, situación que se hará más difícil conforme se den a conocer escándalos de corrupción y de otro tipo, como el del espionaje contra periodistas, defensores de derechos humanos y líderes sociales.

El optimismo de los priistas por las cifras logradas en los comicios de los estados de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, a principios de este mes, ciertamente se topará con lo que su principal contendiente, Morena, logre en la Ciudad de México, que constituye uno de sus más poderosos bastiones electorales y donde prácticamente ha desplazado al PRD.

Y es que, pese a que en Veracruz tuvo una baja en la cosecha de votos de más de 200 mil papeletas respecto a la elección de Gobernador del Estado en 2016, la figura de Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial permitirá que Morena recupere y tenga amplísimas posibilidades de triunfo, si bien está restándole simpatías la campaña negra emprendida desde Veracruz y que ha sido usada a nivel nacional, así como su rechazo a cualquier alianza con los demás partidos de la izquierda, incluyendo a Movimiento Ciudadano, cuyo líder nacional Dante Delgado siempre le ha sido fiel.

Habrá que ver, independientemente de las alcaldías logradas, cuál fue el piso de votación obtenido por el PRI en los comicios locales. Mañana hablaremos del tema.

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