Es más, con el nuevo gobierno, hasta hoy la actividad industrial ha disminuido, su indicador mensual ha sido negativo según el INEGI.
Así, el índice de volumen físico industrial anual (respecto al mismo mes del año anterior), ha sido de: diciembre de 2016, de -3.6; y para 2017, enero de -2.0, febrero -9.6, y marzo -1.8.
Simples consecuencias y prueba, de cómo se enfrentan los asuntos públicos importantes. Demasiada atención al sensacionalismo y al entretenimiento mediático, al show de todos los días; sobresale, alguna notoria ocupación, a contados sectores, con mínimos logros y avances sin consolidar. Es notoria la falta de estrategia y plan gubernamental integral.
Se sabe y está siempre presente, la responsabilidad de lo establecido y de lo prometido, tanto de quienes gobiernan como de los partidos PAN-PRD hasta hoy responsables; mismos que están obligados, puntual y objetivamente, a rendir cuentas, a presentar buenos resultados, a comprobar dichos en hechos.
Y lo que es importante, desde el 19 de julio, sometidos tanto a los alcances del Sistema Nacional Anticorrupción, como a los del ámbito estatal, cuando se apruebe y entre en vigor.
Desde luego que hay otras leyes y disposiciones, tanto federales como estatales aplicables a quienes se dicen responsables de la administración y finanzas estatales y municipales.
DECEPCIÓN Y RETROCESO
Preocupa por obvio e inocultable, el desastre financiero en aumento, alentado con una falta de transparencia y acceso a la información sin precedente.
Destaca, respecto a este importante tema que, hasta hoy, no se sabe que se recibió antes de la sucesión, cuando el gobierno interino entregó SEFIPLAN; tampoco se sabe, qué recibió el llamado gobierno de la alternancia, ni qué se ha ejercido, porque además, el presupuesto no se ha aprobado; y ahora, ante la remoción y el nuevo nombramiento, tampoco se sabe, que se entrega ni cuál es el tamaño del nuevo y mayor daño.
Tragedia de nunca acabar, por no evaluar ni exigir responsabilidades a tiempo.
Fundamental, tener siempre presente, que todo funcionario o servidor público, y más los electos, tienen la ineludible obligación de trasparentar sus actos, así como, informar puntual y permanentemente, rendir cuentas y someterse a la evaluación pública.
El privilegio y la responsabilidad de gobernar, por fortuna, tiene término y relevo. Decisión y participación social imponen formas y modalidades a la conclusión y entrega del encargo. Y ahí está, en primera fila, la revocación de mandato como solución pacífica al no poder, a la ineptitud y a la contención de más daños y pérdidas.
El caso de la adicción, a la fácil y cara salida de la deuda pública es más claro y fácil de explicar, porque quienes al final tienen que pagar, no son los que gobiernan.
Ellos son los que, en su mayoría, usan y abusan del préstamo obtenido, quienes gozan de los beneficios y ventajas de administrar lo que no es suyo. No es raro que para hacerlo, mantienen opacidad en un alto grado, para mal informar, distorsionar y aprovechar lo que les conviene. Si es posible, trataran de convertirse en héroes del momento, en salvadores del gobierno, aunque en pocos años la historia sea la misma y la quiebra sea inminente.
De ahí que destaca, el notorio reclamo social en aumento, porque no hay transparencia, ni diagnóstico y tampoco estrategia para muchas de las áreas de gobierno; en particular, administración y finanzas, caracterizadas por opacidad, incapacidad y falta de previsión.
Y ni modo. Hay que insistir en las preguntas hasta hoy sin respuesta. ¿Cuál es el monto total-total de la deuda pública del gobierno del Estado de Veracruz? ¿En dónde están los miles de millones de pesos desaparecidos? ¿Por qué se impone un presupuesto discrecional e ilegalmente pospuesto, sin transparencia y seguimiento y control, institucional y social?
OPORTUNIDAD DE LA UNIVERSIDAD.
Ante la crisis económica y financiera estatal, que se profundiza y ocasiona múltiples efectos negativos, como el debilitamiento y parálisis de dependencias oficiales.
Ante condiciones y agresiones, expectativas y situaciones más difíciles y hasta adversas, se encuentran oportunidades y riesgos de la Universidad Pública y otras instituciones, de vital importancia para la sociedad.
Riesgos incrementados y oportunidades disminuidas, por las mencionadas crisis, así como por la mala administración; y por la proliferación de ineficiencia, corrupción y delincuencia gubernamental.
La Universidad Veracruzana vive, desde hace años, buena parte de estos efectos negativos; y también muestra, una singular resistencia a reiteradas agresiones, ilegales embates y descarados socavamientos.
Ante esas injustificables agresiones, que persisten contra instituciones de educación superior públicas, por lo pronto, se debe señalar que en cuanto a la Universidad Veracruzana, es importante identificar y reconocer logros y avances alcanzados, así como conocimientos y experiencia adquiridos y acumulados. Unos y otros son muy útiles y valiosos, en el esfuerzo de fortalecimiento institucional, que se debe continuar y profundizar.
Particularmente, hay que tener presente, el esfuerzo de la comunidad universitaria veracruzana, encabezada por su Rectora Sara Ladrón de Guevara y su equipo, que han hecho realidad, entre otros, los logros tanto del pago directo y puntual del subsidio federal, como el de la autonomía financiera estatal, considerados ya un hecho histórico, del que todavía no se benefician, casi la totalidad de las universidades públicas en México.
Temas, cuyo análisis y comentario hay que continuar…
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH |