Fuera de foco.
Silvia Núñez Hernández.
 

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Luto Nacional
2017-09-21

En el terremoto del 19 de septiembre del 1985, hace 32 años, yo tenía 18 años. En el recuerdo de ese fatídico día puedo aun sentir la sensación de desesperanza y lo diminutos que somos ante el implacable enojo de la naturaleza. Como una zona de guerra, quedó plasmado en mi memoria el recuerdo del cementerio tan impresionante que convirtió la Ciudad de México. A diferencia de ese funesto día, ayer un sismo golpeó nuevamente al país. El retumbar estridente del suelo, originado por el sismo de 7.1 con epicentro en el sureste de Axochiapan, Morelos; que retumbó en estados de Guerrero, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Dejando muertos, dejando heridos y generando nuevamente un terrible olor a muerte. 


El dolor profundo de una sociedad que jamás ha podido recuperarse de sus muertos del 85. Abriendo una vez más la herida que se encontraba media cerrada, pero ahora, hiriendo más profundamente. Este sismo originó más desesperanza entre los habitantes, ya que México ha tenido que llorar muchos muertos como consecuencia de la inseguridad que azota al país. 


Por la fortaleza que mantienen, muchas personas hicieron a un lado el dolor. En diversos videos y fotografías que circularon en las redes sociales por miles de usuarios, se puede palpar la desesperación e impresión que tuvieron muchas personas al ver como un edificio caía ante sus ojos, fulminado y con personas adentro. Sus caras desencajadas no daban crédito a lo que estaban viviendo, pero su reacción fue casi inmediata, de pronto se convirtieron en un ejército de rescatistas, que solidarios no paraban de separar los escombros de los edificios colapsados, donde oían los gritos de las personas atrapadas. 


Actualmente la cifra es dolorosa. 217 personas muertas en total, 71 de ellas en Morelos, 86 en la Ciudad de México, 43 en Puebla, 12 en el Estado de México, 4 en Guerrero y 1 en Oaxaca, informó Luis Felipe Puente, coordinador Nacional de Protección Civil, en su cuenta de Twitter.


Entre todos ellos, están los cuerpecitos de los niños del Preescolar Enrique Rebsamen ubicado en la colonia Nueva Oriental Coapa en Tlalpan. El total de decesos reportados hasta este momento es de 37, cinco adultos y 32 pequeños que perecieron a causa de que su edificio se les cayó encima. Muchas muertes en diferentes estados, mucho dolor, mucha desesperanza.


Pero en contraste y cuestionable de este terrible hecho es quienes aprovechan a delinquir sin el menor escrúpulo. Se saben que grupos personas ingresaban a la zona de desastre para poder robar las cosas de valor de las víctimas de las viviendas colapsadas. Indudablemente sujetos sin ningún valor moral y falto de conciencia. 


Este 20 de septiembre -32 años después- se siente tenso, sombrío, triste. Estamos en luto nacional pero también en labor altruista. En este momento, quienes no tenemos la posibilidad de ayudar a rescatar personas y cuerpos, de rescatar también las mascotas que quedaron en absoluta indefensión; nos estamos organizando para poder comprar enceres no perecederos y llevarlos a los centros de acopio. Están revisando sus closets para poder regalar un poco de ropa a las personas damnificadas, estamos uniéndonos, reparándonos y regresando la confianza de que la humanidad, que el tejido social aún sigue sólido. 


¿El franking el culpable de los sismos?


El 19 de septiembre del 2017, nos deja sumidos en la pregunta de qué estamos haciendo mal para que la naturaleza esté tan enojada con nosotros. Qué está haciendo la autoridad y de la forma como ésta se encuentra devastado al medio ambiente por dinero. La explotación y devastación a la naturaleza es una estrategia común por parte del gobierno; es tal vez, para ellos, muy rentable económicamente hablando, pero ni para la naturaleza ni para nosotros los ciudadanos, nos conviene que sigan ejecutando dichas prácticas. 


De acuerdo con una investigación realizada por parte del portal Ecoosfera realizado el 15 de junio del 2015, determinó que existían en ese momento en el país, alrededor de 924 pozos distribuidos en los siguientes estados: 


Coahuila (47 pozos)


Nuevo León (182 pozos) 


Puebla (233 pozos) 


Tabasco (13 pozos) 


Tamaulipas (100 pozos)  


Veracruz (349 pozos)


Para quienes desconocen que es el fracking, este método consiste en la extracción de gas natural mediante la fracturación de la roca madre –pizarras y esquisto-. Para sustraer el gas atrapado en la roca, se utiliza una técnica de perforación mixta:


-Se perfora hasta cinco mil metros en vertical y después se continúa la excava de dos a cinco kilómetros en horizontal.


-Se inyecta agua con arena (98%) y una serie de aditivos químicos (2%) a gran presión.


Esto hace que la roca se fracture y el gas se libera, ascendiendo al pozo. Cuando todo el gas compenetrado en las rocas se extrae, dicha estrategia se realiza en otro punto [cercano o lejano] de la zona. https://goo.gl/vRMuzz 


El fracking tiende a fragmentar el subsuelo y este también tiende a reacomodarse originando que la tierra padezca movimientos telúricos. Un estudio canadiense  publicado por la revista académica Seismologial Research Letter  indica [en informe, establece que se estudió la actividad de 12.839 pozos de fracking y de otros 1.236 de aguas residuales entorno a la frontera canadiense de Alberta para elaborar su informe] que la gran mayoría de los terremotos que sacudieron la Columbia británica y los territorios de Alberta, en el Canadá, habrían sido provocados por actividades relacionadas con los sectores del gas natural y del petróleo en general, y por las actividades de fracking en particular.


Leer la información expuesta enhttps://goo.gl/UoFrQ6  para conocer a detalle sobre cómo este método de explotación de gas natural, es el responsable del 90 por ciento de los sismos que se producen en la zona donde se lleve a cabo y afecta a un radio amplio.


De ayer a hoy, después del sismo  de 7.1 con escala de Ritcher se han generado 23 réplicas y en estado zona sur, después del temblor del 07 de septiembre y que devastó municipios de Oaxaca y Chiapas, se han producido hasta el día de hoy más de dos mil 057 réplicas. Inusual y alarmante que no haya dejado de temblar, pero nadie –ni los expertos en el tema- se cuestionan y centran sus investigaciones a determinar los daños que se producen a consecuencia del fracking y de la lista de los estado en donde se está llevando a cabo –donde están los pozos- que estados podrían ser perjudicados a consecuencia de dicha práctica. 


Permisibles y resignados, otros incrédulos de que el fracking es la razón de los sismos que estamos padeciendo; pero lo cierto es, que la madre naturaleza nos deja claro que su reacción es devastadora y si no se hace conciencia de la causa de su ‘enojo’, lloraremos más muertos y palideceremos ante inexorable fuerza y demanda de devolverle lo que es suyo. 


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